Jueves 30 de abril de 2009, San José, Costa Rica
Nacionales
La primera víctima está a salvo
  • AlDia.cr
    A Edgar Hernández le dicen “niño cero” por ser el presunto primer contagiado con el virus de la gripe porcina. EFE.

Sofía Miselem / AFP

La Gloria, México - La noche ha caído, un viento helado arrastra el polvo de todos lados y Edgar Hernández, niño mexicano de cinco años que acaparó la atención del mundo al ser confirmado como caso de gripe porcina, juega ya recuperado por las calles de La Gloria, en Veracruz (este).

“¡Yo soy Edgar Enrique Hernández, yo soy!”, grita el niño mientras se dirige con su mamá a una reunión en el centro de La Gloria, poblado a unos 280 km de la Ciudad de México, perdido en el mapa de Veracruz, con 3.000 habitantes rodeados de pobreza y complicados caminos de tierra.

“A este niño cómo lo han buscado, quieren saber cómo está”, dice con una sonrisa María del Carmen Hernández, la madre de Edgar, una mujer de 34 años, menuda y de aspecto aniñado y que estos días ha atendido a periodistas de todo el mundo.

El nombre y la imagen de Edgar irrumpió en los medios cuando el Ministerio de Salud mexicano confirmó que sí padeció la gripe porcina, junto con un virus de parainfluenza, causante de padecimientos en las vías respiratorias, según estudios realizados en el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos.

Perote, municipio donde se encuentra La Gloria, empezó a ser visto como el posible punto de partida de la gripe porcina, pero las autoridades mexicanas han asegurado que el primer caso del contagio fue una mujer de 39 años de Oaxaca (sureste) y que murió víctima del mal.

“Se enfermaron primero sus amiguitos de la escuela, luego él, vecinos, conocidos, de todas las edades. En casa, no nos contagiamos, solo el chiquito, Jonathan, tuvo una gripita de dos días”, explica María del Carmen sobre los numerosos enfermos que, dice, hay en el poblado.

Edgar tose, su madre lo abraza para protegerlo del viento y le sube la gorra del equipo deportivo que viste para arroparlo, pero al niño poco le importa el frío, apresura a gritos de “¡ya vámonos, ya van a empezar!” para acudir a un sencillo acto en el que se entregó una ambulancia a la comunidad, la primera en La Gloria.

Antes de irse apresurada, María del Carmen pide “que cierren esa granja de cerdos, es un nido de enfermedades”, en referencia a las instalaciones de la firma estadounidense especializada en la cría de porcinos Carroll.

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