Pablo Aguilar, periodista
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Hasta al mejor chef se le quema la comida.

Rodrigo Kenton dijo entre semana que “cada técnico tiene su receta y el resultado depende de cómo se mezclen los ingredientes”. El miércoles no supo hacerlo.

Ahora, algo que es más que obvio, el técnico deberá replantear su cocina y buscar para el 5 de septiembre un nuevo guiso que tenga sabor a algo, menos a papelón.

Le ofrezco tips de cocina para hacerlo: si va a seguir con los mismos ingredientes, los que han tenido los entrenadores pasados y los que tendrán los que vienen, búsquese una receta nueva.

Esta deberá ser algo dulce pero que logre combinar una defensa súper lenta, que se condimente con la “Paté-Centeno dependencia” y se pueda degustar con una delantera sin sazón.

La otra opción para el chef Kenton es cambiar los ingredientes, pues ya demostró que la receta a veces le queda exquisita.

Empezamos volando en la hexagonal, sin embargo desde la Copa de Oro algunos ingredientes se le empezaron a poner agrios.

Por lo saboreado el miércoles, es mejor cambiar de ingredientes en cada partido.

Hay jugadores que rinden dos o tres encuentros y se pierden; entonces, buscamos otros diferentes que le pongan sabor en esos partidos, ya después vendrán otros que harán lo mismo.

En el arte culinario hay que ser mañoso, pero no abusar.

En la cocina local, o sea el Ricardo Saprissa, todo sale sabroso, pero no siempre estaremos en casa, e ir con temor a otras cocinas dará el mismo resultado: un platillo quemado, rancio y que la afición no podrá digerir.