Franklin Arroyo González
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Sissy Castro gozó con la payasa “Apple Pie”, se llevó un regalo para la casa, cantó villancicos y disfrutó de música navideña.

Axel Pérez cantó y disfrutó con “Chucho”, otro payaso y el niño ramonense Óscar Arias, con todo y su silla de ruedas, se sacó una foto con “Santa Claus”.

Todo ocurrió en el gimnasio del hospital San Juan de Dios, contiguo al Ministerio de Salud, en la fiesta de Navidad que la unidad de Desarrollo del Hospital de Niños le organiza a los pacientes de condición más humilde.

250 niños con problemas en su neurodesarrollo, como autismo, dificultad en el lenguaje, en el aprendizaje, hiperactividad o parálisis cerebral, entre otros, recibieron regalos, uvas, manzanas, golosinas y mucha diversión.

“Somos de bajos recursos y uno no tiene la opción de hacer a los chiquitos una fiestica como estas. Bendiciones al hospital”, expresó Ana Mayela Monge, vecina de Tejar de El Guarco, quien acudió con su nieta autista de 4 años, María Celeste.

Francisco González, el “Colacho”, dice que tiene 30 años de vestirse. “En un principio lo hacía en el ámbito familiar y desde hace cinco le ayudo a la unidad de Desarrollo”.

Comentó que los niños le piden de todo. “Barbies, bicicletas, bolas, computadoras. Yo les digo que ya veremos”, dijo.

Patricia Jiménez, directora de la unidad de Desarrollo, explicó que en la actividad se involucran diversas entidades, empresas y personas que ayudan a conseguir los materiales y regalos.

Yorleny Chaves, madre de Sharon Sandí, de 7 años, indicó que la fiesta es de sumo provecho. “Es un esfuerzo muy valioso que hace el hospital que ayuda a manera de terapia a los niños”, comentó.