Sábado 5 de diciembre de 2009, San José, Costa Rica
Nacionales | Entrevista del sábado / Ligia Rojas, maestra
Del Cerro de la Muerte una maestra ejemplar
La ganadora del Mauro Fernández trabajó como empleada doméstica, es liguista y desea una campaña de altura
  • AlDia.cr
    Ligia Rojas y su mamá.

Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

Cree que a los jóvenes le hace falta una familia que les ame y les comprenda. Trabajó como empleada doméstica para poder estudiar. Es liguista y nunca cambiaría la faceta de ser madre.

Así piensa Ligia María Rojas Borbón, ganadora del Premio Mauro Fernández, máxima distinción que se le otorga a un docente en nuestro país cada año.

No solo es maestra, también es madre, locutora, árbitro de boxeo, cruzrojista voluntaria, técnico de fútbol, dirigente comunal... todo un ejemplo de superación.

Rojas Borbón ganó un año sabático, una medalla de oro, remuneración económica y el reconocimiento nacional.

A doña Ligia le gustaría aprovechar su premio estudiando inglés, computación o llevar una maestría en gestión educativa.

¿Qué representa haber ganado el Mauro Fernández?

Miento si digo que lo soñé. No era una de mis metas o sueños, pero significa poder ver a mi familia contenta, es una alegría para mi mamá que vive en División (Pérez Zeledón) que cuando me venía a recoger decía que nunca me dio nada ... mentira, me dio garra, coraje y me enseñó que con trabajo se pueden conseguir muchas cosas. Ella es una viejita de 75 años que hoy en día es jornalera, trabaja el campo como cualquier otro y no porque lo necesite, sino porque toda su vida ha trabajado.

Si tuviera que escoger una faceta en su vida, ¿con cuál se queda?

Ser madre, indiscutiblemente, es lo más hermoso que he hecho en mi vida y me siento orgullosa.

¿De dónde es originaria?

Del Cerro de la Muerte; de allí donde decían que eran las casas del gobierno.

¿Y cómo cayó en Buenos Aires?

Cuando tenía 20 años la única oportunidad de estudiar era en el Liceo Nocturno de Pérez Zeledón y viajé con la familia a estudiar de noche porque en el día trabajaba de empleada doméstica. Así fueron once años, asistí a la Universidad Nacional y era empleada.

¿Qué recuerda de su niñez?

Una de mis épocas más hermosas. Para la Navidad, el regalo siempre era una gelatina, un jugo, maní y confites. Nunca pensé en cosas grandes. Hoy en día puedo tener muchas otras cosas, pero aquel regalo, ese “juguito” y la gelatina era tan esperado durante todo el año. Era la mayor de ocho hermanos y desde muy chiquita trabajaba en el campo con papá, aprendí a sembrar maíz, a montear, a preparar el bastimento.

¿Qué intenta usted enseñar a sus alumnos?

Trabajar con amor y responsabilidad y olvidarse que el maestro es solamente para cumplir un horario, lo hago hasta con los alumnos de la universidad. Porque a los 42 años pensé que tenía que volver a estudiar porque me estaba quedando atrasada. Soy egresada de la Universidad Nacional, de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y de una universidad privada. Saqué dos maestrías y eso me permitió ser profesora universitaria.

¿Cómo nace su afición al boxeo? ¿Se puso los guantes?

Nunca. En el 92 ingresé al Comité de Deportes de Buenos Aires, que es un lugar donde se da una mezcla entre chiricanos y aborígenes a los que les gustan las peleas de gallo y el boxeo. Empecé como delegada del cantón en los Juegos Nacionales. Luego, como traer a los árbitros y jueces salía muy caro, decidimos hacer los cursos. Actualmente ocupo la vicepresidencia de la Asociación Costarricense de Boxeo y también integro la Comisión de Boxeo Femenino del Continente, representando a Centro América.

¿Qué le hace falta a la juventud de este país?

Una familia que le ame y le comprenda desde niño. ¿Por qué se van a las drogas? Por eso. Escogí el deporte porque creo que a través de él puedo lograr algo. Además, las organizaciones sociales tiene que enfocarse más al ser humano y no tanto al papeleo ni a tanta cosa. Tardamos cuatro años para que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) abriera en la zona la Junta de Protección a la Niñez y a la Adolescencia. ¿Por qué durar tanto si era necesario?

¿Cómo ve a los candidatos presidenciales?

Qué difícil, porque lo primero que les afecta es la campaña de ataques. Necesitamos candidatos líderes, gente que luche por lo que cree y siente y deje de vivir por lo que los demás hacen. Me gustaría una campaña de altura, donde yo me identifico con mi posición sin atacar a los demás.

También es técnico de fútbol, ¿jugó alguna vez?

No, no. Uno de mis grandes retos me lo puso Guillermo Guardia que era profesor mío y que me decía, si no ha jugado fútbol no puede ser entrenadora. Por eso, fui la alumna más aplicada en el curso. No lo juego, pero me encanta el deporte.

¿Aficionada a qué equipo?

A la Liga.

¿Y cómo la ve?

Esta Liga... no sé. Lo que pasa es que la Liga puede perder con el que sea, pero tenemos que ganarle a Saprissa. Ahora, me hice “pezetera” y qué difícil estuvo eso ahora que jugó Pérez Zeledón con la Liga.

Así es ella

Ligia Rojas Borbón

Edad: 52.

Estado civil: casada.

Hijos: Walter Campos de 30 años y Mónica Campos de 27

Residencia:barrio El Higuerón, Buenos Aires, Puntarenas.

Origen: Cerro de la Muerte, dos kilómetros arriba de la Georgina.

Profesión: docente, árbitro de fútbol, árbitro de boxeo, cruzrojista voluntaria y hasta locutora.

Publicidad
Publicidad
 
Recomienda esta página a un amig@
Recomienda esta página a un amigo

© 2009. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.