El Segundo (California) / AP. Cuando jugaba en las calles de Nueva York, Ron Artest solía hacer pausas para refrescarse con agua o con alguna bebida para deportistas.

Sin embargo, el adolescente de Queens sabía entonces que había jugadores que preferían beber licor de malta.

Aquellos malos ejemplos se quedaron en su mente, cuando jugó en el basquetbol universitario en St.Johns y en la NBA.

Artest reconoció recién que algunas veces bebía coñac durante el intermedio de los partidos, al comienzo de su carrera, con los Bulls de Chicago.

En una entrevista con Sporting News, Artest dijo que solía beber en los partidos de Chicago, donde pasó sus primeras dos temporadas y media.

Reconoció que compraba alcohol en una licorería ubicada en la misma calle donde se encuentra el United Center, y que guardaba la botella en su casillero.

Artest dijo que ha hecho esas confesiones, porque planea crear un programa de ayuda a los jóvenes en Los Ángeles.

“Entiendo que estoy en una situación en la que tengo que ser un ejemplo”, dijo Artest.

“Prefiero no escapar de lo ocurrido, sino contar a la gente por lo que he pasado, porque cuando esto venga después, no quiero que sea una sorpresa. Le digo a la gente lo que he vivido”.

“Yo tenía dos estilos de vida, que iban en sentidos opuestos”, dijo el jugador. “Afortunadamente, mi esposa me rescató”.

TICTACTIC

Artest dijo que su forma de beber se derivó de su “soberbia” y de sentir mucha responsabilidad a una edad muy temprana, pues fue padre a los 19 años. Artest no especificó cuándo dejó de beber en los partidos, pero dijo que mejoró cuando tenía 25 años.