Ciudad del Cabo / DPA. En vez de proyectarla al futuro, el sorteo del Mundial situó a la Argentina de Diego Maradona en el pasado, en 1986 y 1994, dos fechas que marcan como ninguna lo mejor y lo peor del astro, que jerarquizó la camiseta número 10.

Lo mejor: aunque Jung Moo Huh hable de “revancha” ante Maradona, por aquel 3-1 en el Mundial del 86, cuando ambos eran jugadores, ni el hoy técnico de Corea ni nadie puede negar que Argentina quedó en un grupo en teoría fácil.

Lo malo: el camino que le tocó a Argentina -en el que no se cruzaría ni con España ni con Brasil hasta una potencial final-, se parece demasiado al de junio de 1994, cuando Argentina quedó encuadrada con Nigeria, Grecia y Bulgaria. Entonces la escuadra albiceleste fue eliminada en octavos y Maradona suspendido por dopaje. Ayer el “Pelusa” no pudo acudir al sorteo, después de haber sido suspendido por la FIFA durante dos meses.

Carlos Bilardo, secretario técnico de la selección argentina, comentó que Nigeria y Grecia “serán duros. En los mundiales siempre hay que tener cuidado, porque los siete partidos son siete finales y no va a ser fácil”.

Maradona señaló: “En un Mundial están los mejores equipos. No hay rivales sencillos”.