Yensy Aguilar Arroyo
yaguilar@aldia.co.cr

El pasito que actualmente tiene el Museo Nacional se elaboró en Francia hace más de 100 años. Está compuesto de piezas de muy buena calidad, algunas talladas en madera y otras hechas en fibra.

Este nacimiento permanece en el centro desde hace cuatro años, gracias a un convenio que se llegó con las “Hermanas de la Caridad”, donde se estableció recibirlo a cambio de usarlo y se coloca en la Sala Colonial.

Inicialmente, el pasito perteneció al hospital San Juan de Dios, cuando el grupo religioso tenía a su cargo la administración del centro médico.

En algún momento y antes de que llegara al museo, este pasito se mandó a embellecer y se pintó encima de la pintura que traía originalmente.

Es por eso, que en este momento se trabaja en un complejo proceso de restauración de color, donde se está intentando llegar al color original y dejarlos iguales a como llegaron al país.

Además, algunas de las piezas han pasado por procesos donde se les restauraron las bases, que permanecían en mal estado, para que a la hora de que se muestre al público, luzca bien presentado.