Rodolfo Martín
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Cartago.- Seis obreros de la fábrica de cemento Holcim permanecían ayer detenidos a las órdenes del Ministerio Público local bajo la sospecha de apropiarse de 20 kilos de cocaína, al final de un proceso donde se habían incinerado 4,3 toneladas, confirmó ayer Jorge Rojas, director del Organismo de Investigación Judicial.

Los sospechosos son de apellidos Segura, Quirós, Meneses, Arias, Solano y Sirias.

El primero fue capturado antenoche en su casa, en el barrio El Proyecto de Cartago, en tanto que los cinco restantes fueron detenidos ayer en la empresa.

Rojas aclaró que lo ocurrido obedece a una iniciativa de los obreros ajena a la administración de la compañía que desde hace varios años les presta el servicio de destrucción de la droga.

El paquete de 20 kilos que, presuntamente quedó en manos de los obreros, fue el último por incinerar porque, por el protocolo que se sigue, todos los anteriores debían seguir directo al horno ya que con solo dos que se acumulen obstruyen el ducto.

La mercancía quedó guardada en la primera escotilla, la cual no fue abierta para que cayera en una segunda porque, quien debió pulsar el botón para que esto pasara, solo simuló hacerlo.

El OIJ se percató que algo irregular podría estar ocurriendo cuando, en junio de este año, supo que empleados de esa empresa buscaban compradores de droga.

“Los descubrió el hecho de que no eran narcotraficantes”, comentó una fuente.

Un juez penal supervisa la destrucción de la droga con el apoyo del OIJ, pero el control no es absoluto porque debe acatar disposiciones de seguridad laboral de Holcim, sobre todo si se toma en cuenta que el horno funciona a más de 2.000 grados centígrados, comentó Rojas. “Hay que analizar si se mantiene este sistema de destrucción”, señaló.