Patricia Recio G.
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Preguntarle a un pequeño qué quiere para Navidad, qué le pide al Niño Dios o qué espera que le traiga Santa, en la mayoría de los casos tiene una respuesta similar: juguetes.

Sin embargo, para muchos los deseos materiales quedan de lado y la añoranza por una verdadera “Feliz Navidad” ocupa los lugares de prioridad.

Estar con la familia de la cual han sido separados o salir de algún quebranto de salud, son algunas de las peticiones.

Incluso algunos muy solidarios y conscientes de la realidad del país, piden que se acaben los maltratos a los menores.

Y quien mejor para escuchar todas estas peticiones que el mismo “Colacho”, a quien todos los niños buscan para sentarse en sus regazos, contarle sus travesuras y, por supuesto, encargar el tan deseado regalo de Navidad.

Durante todo el año, Carlos Hernández es chofer del departamento administrativo de la tienda Universal.

Sin embargo, para estas fechas ese conductor desaparece y se convierte en el personaje más querido de la Navidad: Santa.

La jornada de este personaje no es fácil, pues no se ha sentado bien en su tradicional silla cuando ya hay decenas esperando el turno para darle su lista.

Una de las peticiones que escuchó este año lo marcó para toda la temporada.

“Hace 15 días vino una chiquita como de siete años que tenía un tumor facial y me pidió que intercediera con Dios para que una operación que debe realizarse en Colombia salga muy bien”, comentó.

Los carritos, muñecas modernas, juegos tecnológicos y otros siguen en las preferencias de los más pequeños.

Yo quiero...

Bryan Sibaja.

Bryan Sibaja, 5 años.

Lo que me gustaría tener es una bicicleta y carritos. Hace dos meses me atropelló un carro y pasé mucho internado”.

Adrián Quirós, 8 años.

Quiero poder pasar Navidad con mis abuelos Elizabeth y Víctor. De juguetes me gustaría un carro a control remoto”.

Melanie Guzmán, 10 años.

Deseo que mi familia tenga salud y quiero una muñeca. Me gusta mucho esta época porque todos se unen para compartir”.

Fernando Sibaja, 7 años.

Quiero muchos carritos, lo mejor de la Navidad son los regalos. Deseo que esa fecha los papás no regañen a los niños”.

Ruth Vega, 8 años.

Me gustaría que en Navidad no existan papás que maltraten a los niños. Quiero que Santa me traiga una muñeca”.

Mezcla de sentimientos

Isaac es un paciente del
Hospital de Niños. Foto
autorizada por los papás.
J. Rivera.

Ayda Hernández ha visto pasar muchas navidades en el Hospital Nacional de Niños. Asegura que esta celebración tiene más cosas “lindas” que escenas tristes.

“Los niños, a pesar de que están enfermos, se llenan de ilusión en esta época. La alegría más grande es la iluminación del árbol ”, cuenta la enfermera. Los regalos y las visitas que reciben también son esperados por los pequeños.

Hernández relató que también está el lado triste: el de los papás de niños con enfermedades terminales para quienes la época se tiñe de nostalgia.

Lejos de sus familias

En el hospicio. José Rivera.

Para 75 pequeños que viven en el Hogar Vista de Mar, en Goicoechea, la Navidad es muy distinta a la que viven la mayoría de niños.

Las fiestas, juguetes y salidas de paseo no compensan a muchos el estar lejos de sus familias. “Kim” tiene siete años y hace 10 meses vive en el albegue. Asegura que su único deseo de Navidad es: “Estar con mi mamá y mis hermanos”.

“Yami” es una de las mayores en el lugar. Ésta será su primera Navidad ahí, pero guarda la esperanza de estar con su familia.

“También pediría un Ipod, pero fijo eso no me lo van a dar”, dijo la menor de 14 años.

Ingrid Ortega, administradora del Hogar, relató que en estas fechas procuran brindarles el ambiente más cálido posible a los pequeños. Los llevan a misa, hacen cena con tamales y les dan algunos regalos.