Franklin Arroyo González
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“Desde el 25 de diciembre repuntó, pero el jefe dice que habrá otro bajonazo. A partir del lunes (mañana) podemos volver a tener libre”, dijo Frank Carlos Aragón, dependiente de Iguana Surf en playa Tamarindo, que lucía llena el viernes, pero no a reventar como en otras ocasiones.

Allí alquilan tablas de surf y dan clases, pero han visto reducidas sus ganancias hasta en un 30 por ciento al día.

En un recorrido por Liberia centro y las playas Panamá, Hermosa, El Coco, Ocotal y Tamarindo, comprobamos como menos turistas despidieron este año las vacaciones bajo el sol, en relación a otros años, según afirmaron los comerciantes y los mismos visitantes.

“Para el 25 de julio (2008) estuve aquí (playa Hermosa) y no cabía la gente. El carro lo tuve que dejar muy lejos y caminar. Ahora no, está vacío. Cada día cuesta más sacar el dinero para vacacionar”, dijo Shirley Méndez, vecina de San Pedro de Montes de Oca.

Sin embargo, Hermosa, junto con Tamarindo era donde más gente había. Aunque cada una con sus ambientes particulares.

La primera más familiar, con un mar apacible, sin olas, con padres e hijos disfrutando del sol y la playa. Similares características presentan Panamá y Ocotal.

Tamarindo es más juvenil, con surfistas por todo lado, biquinis, música y discotecas.

El Coco se le parece, aunque con menos ambiente y sin las olas apropiadas para surfear.

“Nos encanta esta zona. Para andar con los chiquitos (nietos) porque el mar no es peligroso. Hubo mucha gente del 25 de diciembre al 1° de enero, pero bajó considerablemente”, explicó Javier Desanti, un ramonense que disfrutaba feliz junto a su familia en Ocotal.

“No hay nada como Guanacaste. Es lo mejor, pero es caro”, expresó Oscar Torres en Panamá.

Estirando

El comercio es el sector que más nota la baja.

Norman Vargas de la soda “Marlen” en el mercado de Liberia, ve menos turistas en el año y tuvo que subirle ¢300 al casado y ¢100 a los refrescos.

“Hay que ser muy fino para recortar gastos. Creo que en el 2009 subirá otra vez el comercio, pero no de inmediato. Hay que dar tiempo”, comentó.

Los conductores de buses de Guanacaste también han sentido una pérdida sensible, pero a diferencia de Vargas, las expectativas no son tan alentadoras.

“Ha bajado mucho. Antes salíamos repletos, ahora no. Y la cosa estará peor este año”, expresó Olman Quesada de Transportes La Pampa.

Los artesanos también han sufrido con la crisis. Vender los jícaros le ha costado más de la cuenta a Alcides Arias de Guaitil de Santa Cruz, según confesó.

“El año ha empezado muy flojo. Hay turistas pero no compran. Creo que la crisis está afectando mucho. Creí que iba a mejorar en diciembre, pero no fue así”, dijo.