Alejandro Arley Vargas
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Las corridas en Zapote terminaron, pero el drama de los toreros improvisados continúa.

Algunos apenas salen del hospital y otros están incapacitados, pero eso sí... vivos para contarla.

“Me duele mucho. Tengo una costilla quebrada”, contó ayer Erick Valverde, de 28 años, y vecino de Calle Blancos.

Al joven lo embistió “El Nieves” durante la corrida de la tarde del 3 de enero. Estuvo internado hasta ayer en el hospital Calderón Guardia.

Además de la fractura, a Erick se le perforó un pulmón y el aire se le alojó en otra parte del tórax. “Los médicos me tienen que ver de nuevo”, añadió.

Con la póliza que los organizadores adquirieron para estos festejos , a los improvisados también los valoran en el Instituto Nacional de Seguros (INS).

Paperos golpeados

Golpeados y con cabestrillos, los toreros Nelson Ramírez de 27 años y Minor Calderón de 20, llegaron ayer al INS de Cartago.

“Me van a revisar el hombro y tengo una cortada en la ceja”, dijo Ramírez, conocido como “pata”.

El muchacho agradece que el daño no fue mayor. “Vi el levantín por televisión y de verdad no tengo nada para lo que pudo haber sido”, afirmó el brumoso.

Durante los festejos de Zapote, la Cruz Roja atendió a 231 personas en el redondel.

La Fuerza Pública informó ayer que aprehendió a 92 personas, decomisó 14 armas de fuego, 11 armas blancas y 10 piedras de crack, entre otras drogas.

Atendidos en festejos