Patricia Recio, colaboradora
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Decenas de chinameros recogieron ayer lo que les quedó tras las tradicionales fiestas de fin y principio de año de Zapote, que finalizaron el domingo.

Aunque las autoridades aseguran que en esta ocasión, la concurrida actividad dejó un balance positivo en cuanto a la seguridad y el aseo, algunos vendedores afirman que les fue muy mal.

Edwin Chavarría, quien tenía un puesto de comidas, dijo que apenas les dio para sacar el alquiler ya que este año las ventas estuvieron “pésimas”.

Luis Pinza, dueño de un negocio de artesanías,comentó que no obtuvo prácticamente nada de ganancias por sus ventas.

Por su parte, Jorge Villalobos, presidente de la Comisión de Festejos de San José, aseguró que estas fiestas fueron un éxito.

“Se cumplieron todos los objetivos a nivel de recaudación, seguridad, salud y orden que habíamos planteado”, afirmó.

La meta de recaudación propuesta por la Comisión era de ¢300 millones; sin embargo, según Villalobos se pudo percibir un poco más.

Asimismo desmintió la versión de los vendedores.

El funcionario municipal señaló que les fue mal a los que no cumplieron con los requisitos del Ministerio de Salud o a los que vendieron muy caro.

Guillermo Flores, jefe del sector Central Sur del Ministerio de Salud, detalló que se cerraron temporalmente cinco chinamos por alimentos contaminados.

También fueron clausurados ocho bares y un megabar por contaminación sónica.