Antonio Alfaro, enviado especial
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Tegucigalpa, Honduras. Las miradas acusadoras lo buscaban.

Había ingresado en el complemento y con su picardía, Paolo Jiménez había dado oxígeno a la delantera de la Tricolor.

Sin embargo, cuando se enfrentó a la historia en los lanzamientos de penal, erró su disparo, que a la postre le dio el el título a la representación de Panamá.

Aunque estaba tranquilo -quizás la procesión la llevaba por dentro, como se dice-, Paolo enfrentó a la prensa y aseguró que solo pensó en anotar su disparo, cuando le tocó definir desde los once metros.

“Al igual que mis compañeros, la intención era meterlo, le puse alma, vida y corazón al remate, pero al tratar de asegurarlo se me abrió un poquito”.

“Tenía toda la convicción que lo iba a anotar, estaba seguro, pero así es el fútbol”.

Paolo añadió que el grupo quería ganar el cetro y estaban mentalizados para lograrlo, aunque los penales siempre es una lotería y pueden pasar muchas cosas.

“Puse lo mejor de mí en los partidos que me tocó actuar, me parece que nos vimos bien en el torneo y eso es meritorio”.

“A pesar de todo lo que pasó, estoy muy contento, fue un certamen de mucho aprendizaje y maduración, tanto como jugador y en lo personal”.

Los once de la “Sele”

* Por Juan Diego Villarreal, redactor

R. González. Tuvo un buen trabajo, pero en los penales fue superado.

F. Fernández. Experiencia y buena ubicación fueron sus armas.

M. Umaña. Se impuso por el centro de la defensa, sin problemas.

L. González. En el complemento fue un delantero más por la izquierda.

C. Johnson. Incursionó por su banda, pero fue marcado por el rival.

J. Davies. Fuerza y coraje, no dio un balón por perdido en el medio.

C. Oviedo. Escudo bien plantado en el mediocampo, impuso su ley.

P. Herrera. Corrió por su banda, pero sin la claridad de otros juegos.

A. Sánchez. Solo jugó 45 minutos, muy aislado, pasó desapercibido.

A. Alpízar. Falló una clara opción, no fue el jugador punzante esta vez.

A. Furtado. Muy marcado , desperdició la acción más clara de gol.