Edgar Fonseca, director de Al Día
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De Fredy Fernández, su coraje. De Celso Borges, su talento. De Andy Furtado, su olfato.

Añada un meticuloso trabajo de equipo, disciplina, consistencia y visión y el coctel tico pinta para esta fase final de la eliminatoria mundialista.

Valiosísimo primer triunfo en la ruta a Sudáfrica-2010.

Pero no nos encandilemos de buenas a primeras.

La clasificación se fragua paso a paso. La actuación del combinado saca a relucir valores relevantes para nuestra sociedad en coyunturas como las de hoy.

Se respira un nuevo aire en el seleccionado.

Conducción, cohesión, pundonor.

Pero ojo: de seguro la arenga del medio tiempo les hizo reparar en vacíos ominosos que congelaban la noche del miércoles la Cueva.

Al frente, unos “astros europeos” catrachos, ni se despeinaron. Sus mentes, billeteras y prioridades parecen muy lejos de su sufrida Tegucigalpa.

La “Sele” debió ser más contundente. En estas justas cada gol vale oro. Sino que lo digan los mexicanos que, de pura chiripa, se colaron en esta fase.

¡Qué bueno! Esta escuadra tica parece cargada de peones. Cada quien deberá labrarse su oportunidad a punta de sangre, sudor y lágrimas.

Los tiempos de algunos intocables parecen tocar fin.

Próxima escala: el mítico Azteca, donde un inolvidable junio del 2001, 11 guerreros ticos gestaron una de nuestras más grandes hazañas futboleras.

El camino apenas empieza. El inicio no pudo ser más promisorio.