Beatriz Puerta, astróloga
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Él es demasiado tranquilo para mi

Tengo 35 años y hace dos años salgo con un muchacho de 40 años, pero no vivimos juntos. Es una bellísima persona, cariñoso, comprensivo y sensato. En el terreno emocional y sexual nos va muy bien, lo quiero y me siento querida. El problema es que, a veces, siento que me falta algo. Él es una persona muy tranquila, demasiado, no tiene aficiones ni le fascina nada. Yo soy todo lo contrario, muy activa e inquieta. A mí me interesa todo sobre lectura, cine, música, arte y ciencia, pero a él no le apasiona hablar sobre estos temas. Si hablo sólo yo, él me escucha, pero no me sigue. Sé que puedo hablar de todo esto con amigos, pero me gustaría poder compartir más cosas con él. Lo hemos hablado y él no ve que haya problema en que nos gusten cosas distintas y seamos diferentes en muchos aspectos. Al revés, él dice que le da mucha vida que yo sea así y tiene más alegría desde que estamos juntos. Te agradecería que me contaras qué opinas.

Atormentada

R/

No puedes darle tanta importancia a este tema. Si él es un hombre tranquilo y con menos inquietudes que tú, tendrás que aceptarlo como es y no esperar que te colme al 100 por ciento. Tu novio tiene muchas cosas buenas, lo quieres y se entienden. Por lo tanto, piensa en lo positivo de la relación y valora más todo esto que vives a su lado.Él no puede cubrir todas tus expectativas. Aprende a disfrutar lo que él te ofrece que me parece es mucho.

Con respecto a lo que dices de hablar o profundizar sobre otros temas, recurre a las personas que compartan contigo tu misma inquietud y de esta forma tendrás todas las parcelas cubiertas. Sé práctica y date cuenta de que eres una mujer privilegiada y muy afortunada por tener a tu lado a un hombre maravilloso que te entiende. Sin olvidar que a la vez tienes buenos amigos con los que puedes disfrutar de tus propias aficiones. El hombre perfecto no existe. Además, él no es un reflejo tuyo, siempre habrá diferencias entre ustedes.

Tu vida es muy rica. Por lo tanto, disfruta al tope.

Deja que tu compañero lleve su propio ritmo, más tranquilo.