Réiner Montero, corresponsal
Rodolfo Martín
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Guácimo, Limón.- El padre murió víctima de una brutal paliza y el hijo acribillado de cuatro balazos. Los dos hechos ocurrieron en el lapso de 21 días, a menos de 500 metros de distancia uno del otro, trascendió ayer.
Esta es la historia de Ulises León Cárdenas y Johan León Howard de 44 y 22 años.
El padre fue vapuleado la madrugada del 4 de mayo al lado de la antigua secadora del CNP de Guácimo y murió 5 días después en el hospital Calderón Guardia.
Al hijo lo ultimaron la madrugada del sábado 30 de mayo, frente al bar Los Tabacones, a 500 metros de distancia.
Johan juró que la muerte de su padre no quedaría impune, recordó ayer su tía Sandra León.
El padre apareció vapuleado en la calle el lunes 4 de mayo. Ese mismo día lo llevaron a la clínica de Guácimo, de ahí al hospital de Guápiles y luego, por la gravedad, al Calderón Guardia.
Al día siguiente le dieron de alta, pero al llegar a Guácimo, los familiares notaron que su condición se deterioraba y de nuevo lo llevaron a la clínica de Guácimo. Lo operaron en Guápiles y después en el Calderón, donde murió el sábado 9 de mayo a la 1:30 p.m.
“Nos dijeron que, prácticamente, estaba reventado por dentro”, comentó la hermana.
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