Carlos Láscarez S.
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Paúl Alberto Pérez Molina fue condenado ayer a 18 años de prisión por el crimen del pulpero Carlos Eduardo Medina Ramírez, de 22 años, quien falleció de dos balazos en el tórax.

El enfrentamiento a balazos se registró el 11 de noviembre del 2007, dentro de la pulpería Patricia, ubicada en el residencial José María Zeledón, Curridabat.

Durante la lectura del “por tanto”, el juez Lorenzo Salas aseguró que el sentenciado llamó por teléfono al padre de Medina varias veces para amenazarlo, a fin de que no denunciara un supuesto robo que se había cometido en un lubricentro de su propiedad.

Eso fue dos días antes del homicidio de Carlos Eduardo.

Además, un agente de Homicidios, de apellido Brenes, comprobó que Pérez hizo varias llamadas para saber si el joven estaba en el negocio, pues su intención era disparar contra el padre. Pero, al no encontrarlo en la pulpería, disparó contra Carlos Eduardo, quien se defendió.

También fue importante el testimonio de la madre de Carlos Eduardo, Ana Patricia Ramírez.

Ella afirmó que minutos antes de morir, su hijo le manifestó que Pérez fue quien le disparó, como luego confirmaron testigos.

“A usted ya lo perdoné”

Antes del fallo, Ana Patricia Ramírez le dijo a Pérez que lo perdonaba, que lo había disculpado desde el mismo día del entierro de su hijo, y que no le guardaba ningún rencor.

“Arrepiéntase por lo que hizo, busque a Dios ya que usted está muy joven. Pido fortaleza para sus padres que sufren”, expresó.

Al sentenciado le prorrogaron la prisión preventiva seis meses.

Entre los antecedentes del condenado está una investigación, en abril del 2006, por el homicidio del director del Registro de la Universidad Latina, Alberto Calderón Lee, de 50 años.

En este caso, la víctima recibió un disparo cuando intentaron robarle la camioneta.

La víctima

Carlos Medina

Edad: 22 años