Johannesburgo / AFP. Catorce años después de que Nelson Mandela entregara al equipo nacional sudafricano el trofeo del Mundial de rugby de 1995, el país quiere aprovechar los próximos torneos internacionales de fútbol para impulsar la unión y cohesión entre blancos y negros.

Gracias a la Copa Confederaciones y al Mundial 2010, las autoridades esperan que ambas comunidades compartan un mismo objetivo: ver a Sudáfrica triunfar en el campo y en la organización del evento.

“Queremos fomentar la armonía entre los diferentes grupos étnicos, como en 1995, cuando todos los sudafricanos se unieron con el equipo nacional de rugby”, deseó Rich Mkhondo, portavoz del comité local de organización.

Quince años después de la caída del “apartheid”, la división racial sigue muy presente en la sociedad sudafricana y el deporte es un claro ejemplo de ello, con el rugby considerado como deporte para blancos y el fútbol destinado más a un público negro.

“No sé por qué la mayoría de los sudafricanos blancos no quieren apoyar a los equipos locales”, dijo Mario Senyane, de la Asociación Sudafricana de Fútbol.