Hugo Solano
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San José. - La presión policial en Golfito, tras el robo de 320 kilos de cocaína de los Tribunales, impidió que los asaltantes pudieran sacar el botín del país.

Ayer, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) culminó la primera fase de un operativo en el que cayeron ocho personas, entre ellos tres policías.

Dos de los oficiales, de apellidos Madrigal y Montero, actuaron, el día del asalto, en complicidad con un expolicía, de apellido Torres, quien era el cabecilla del grupo y la madrugada del 26 de marzo pasado coordinó el asalto a los Tribunales.

La llamada telefónica de una mujer, que se presume pudo ser la esposa de Torres, alertó sobre un caso de violencia doméstica. Esto despistó a la policía mientras se perpetraba el asalto en el que el grupo armado tuvo que enfrentar y amarrar al guarda del edificio, único que no estaba confabulado.

Para disimular el ingreso, los asaltantes entraron vestidos de policías y sacaron los 320 kilos de cocaína que tres días antes la Policía de Control de Drogas había incautado en una lancha rápida que se quedó sin gasolina, frente a Playa Sirena de Golfito. Los tres ocupantes de la embarcación, extranjeros, cayeron días después.

Jorge Rojas, director del OIJ, dijo ayer que ese robo fue el más grave suceso ocurrido contra la administración de justicia.

En conjunto con la Fiscalía del crimen organizado, el OIJ comenzó un plan que fructificó la noche del viernes pasado, cuando parte del grupo llegó a recoger, en San José, el segundo pago de las ventas. Se les siguió hasta Pérez Zeledón, donde cayeron tres en el carro del policía de apellido Rivera.

A este oficial se le decomisaron 8.500 euros, ¢250 mil y el Mitsubishi Montero que conducía, comprado con dinero del pago.

Al expolicía Torres, que lo acompañaba, le decomisaron 10 mil euros, ¢405 mil y un Sidekick comprado con dinero de la cocaína, y a un tercer acompañante, de apellido Rojas, se le decomisó ¢1 millón.

Operativos realizados ayer en Ciudad Neily y Río Claro permitieron la captura de otras 5 personas. Se trata del expolicía Torres y tres traficantes de licores y droga, de apellidos Jiménez, Piedra y García.

A García se le decomisaron $15.700 y ¢240 mil. Esto permite suponer que ya se disponía del dinero. Algunos hacían arreglos en sus casas y compras de carros.

Oswaldo Henderson, fiscal asjunto contra el crimen organizado, dijo que hoy, en una vista, se pedirá un año de prisión preventiva contra todos los detenidos.

Se les acusará por infracción a la ley de psicotrópicos y robo agravado.