Yensy Aguilar Arroyo
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Tiene 35 años de trabajar en el Hospital Nacional de Niños. Durante 28 años estuvo en cada uno de los salones del hospital, ayudando a los pequeños internados y desde hace dos, se divierte con ellos en la sala de juegos del centro médico.
Luz Mireya Coto, de 56 años, disfruta cada momento que pasa con los infantes y le agradece a Dios por la oportunidad de dedicarles su mejor esfuerzo.
Esta asistente de pacientes o niñera, como antes le llamaban, dice que todos los niños se portan bien dentro del hospital.
¿Desde cuándo es niñera?
Tengo 30 años de trabajar como asistente de pacientes. Antes nos llamaban niñeras, pero al tiempo hicieron un estudio y nos llamaron asistente de pacientes.
¿Sólo ha trabajado como niñera?
No, me he dedicado a otras cosas. Comencé a trabajar desde los 14 años, porque mi familia era muy humilde. Me dedicaba a las labores de la casa y cuidé durante cinco años a dos niños muy lindos (Henry y Ana Cristina), ellos todavía me vienen a visitar. Luego estuve en una empresa trabajando en la bodega y después llegué al hospital, primero como miscelánea cinco años y después como niñera (30 años).
¿Cuántos niños ha cuidado?
Uy cualquier cantidad, es que yo he andado por todo el hospital, pero principalmente en las áreas de Neonatología, Medicina 4 (niños pequeños), Quemados y Medicina 3 (niños de todas las edades).
¿Los niños juegan durante todo el día?
No porque a ellos les establecen un horario. Siempre juegan hasta las 12 p,m. porque luego se van a almorzar y después pueden llegar un rato en la tarde, pero después de las 2 p.m. no pueden jugar.
¿Se le portan mal?
No, porque siempre están con sus papás. Son niños, todos son traviesos y juguetones, pero no se portan mal. Además, ellos saben que en el área de juegos hay normas que cumplir.
¿Tiene hijos?
Sí claro, tengo cuatro muchachas. La mayor tiene 30 años y la menor 14, está en el colegio. Además tengo cuatro nietos.
¿Qué ha sido más difícil, cuidar a sus hijas o a los pacientes del hospital?
Gracias a Dios, mis chiquitas no se me han enfermado de gravedad, pero como todo niño hacían travesuras, pero siempre se portaron bien. Como madre tengo que estar aquí, por mi responsabilidad. Disfruto mucho estar con los niños, procuro tratarlos bien y ayudar a sus papás para que se sientan mejor.
¿Cuál es la clave para que un niño se porte bien?
Es importante saberle hablar. Hay niños que a veces llegan aquí y no saben comer, y poco a poco uno va hablándoles de buena manera y así aprenden, a veces se sienten tan cómodos que no quieren irse, les encanta venir a jugar.
¿Cuáles son los recuerdos más bonitos?
Saber que la gente se acuerda de uno, los niños son muy agradecidos. Hay veces que me encuentro en la calle con papás de algún niño que estuvo internado y me saludan, algunos pacientes ya grandes me vienen a visitar.
¿Alguna historia que recuerde en especial?
Sí, pero al principio fue mala. Hace muchos años hospitalizaron a un niño de la calle, de más o menos 12 años. Al inicio, el chiquito se quería ir y entonces mi jefa me pidió que me quedara a la par cuidándolo. Cuando estaba con él me decía que lo dejara ir y yo le decía que no podía hacerlo.
¿Y qué pasó?
Me amenazó y me dijo: ‘yo se que usted siempre pasa por la Mc Donald’s, ahí por la avenida central, entonces le voy a decir a mis amigos que le hagan algo’. Al inicio me asustó, pero poco a poco me fui ganando su amistad. Cuando estaba conmigo me decía malas palabras, para molestarme y yo le recalcaba que tenía que cuidarlo, esa era mi obligación.
Esforzada
Luz Mireya Coto Solano
Edad: tiene 56 años y 35 de trabajar en el Hospital Nacional de Niños.
Hijos: cuatro mujeres.
Dato: vive en Granadilla de Montes de Oca. Desde hace dos años trabaja en el área de juegos del hospital.
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