Alejandro Arley Vargas
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“La bulla de pitos, motos y camiones es tanta que los estudiantes no escuchan mi voz y tengo que gritar”, cuenta Tatiana Aguilar, maestra de la escuela Esmeralda Oreamuno ubicada en Cinco Esquinas de Tibás.

Este centro forma parte del 11 por ciento que sufre los efectos de la contaminación sónica severa en la Gran Área Metropolitana.

El 58 por ciento tiene niveles de afectación significativos.

Así lo determinó un estudio del Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales de la UCR (Cicima), que hizo mediciones de ruido entre el 2006 y el 2008 en 112 instituciones ubicadas entre San Ramón de Alajuela y Paraíso de Cartago.

José Araya, físico encargado del proyecto de investigación, explicó ayer que las motocicletas y vehículos pesados son la principal fuente de ruido. Una moto en Costa Rica está autorizada a hacer el ruido que hacen 125 de esos vehículos con la regulación que les aplica en Europa, afirmó.

Según la clasificación del ruido utilizada en el estudio, los valores entre 55 y 65 decibeles (dB), se consideran “moderados”; entre 65 y 75 son “significativos” y superiores a 75 son “severos”.

En las afueras del Colegio Napoleón Quesada, que se ubica al costado oeste de la intersección de semáforos de Guadalupe, se registraron hasta 79,3 dB.

El Liceo Rodrigo Facio, en Zapote, alcanzó 76,8 dB y la escuela República de Guatemala en Alajuela 76,3.

Mediante un programa de cómputo Araya determinó que en aulas bajo estas condiciones, el porcentaje de palabras que puede descifrar un estudiante “puede ser tan bajo como el 50 por ciento”.

Cecilia Jiménez, del departamento de Educación en Salud y Ambiente del Ministerio de Educación, dijo que contactarán a la UCR para conocer los resultados del estudio y proponer mejoras.

Demasiada bulla

Gabriela Rojas.

Gabriela Rojas, Liceo Napoleón Quesada.

Padecemos problemas de la voz y los estudiantes deben preguntar muchas veces porque no escuchan”.

Tatiana Aguilar, Escuela Esmeralda Oreamuno.

Explico rápido en pequeños lapsos sin carros, pero luego pasa un camión y no se puede seguir hablando”.