Franklin Arroyo González
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Las 18 avalanchas piroclásticas del martes pasado en el macizo del Arenal y la constante actividad del Turrialba, recuerdan a la población que Costa Rica posee gran potencial volcánico.

Pero lejos de alarmar, expertos del Ovsicori piden prudencia y no bajar la guardia.

El volcán Arenal registra flujos piroclásticos desde la semana pasada. Es decir, avalanchas desde la cima que arrastran rocas, cenizas, vapor y lava.

Eliécer Duarte, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), dice que la actividad continua por 41 años es un indicador de no haber nada fuera de lo común. “Han habido colapsos de la cima y flujos piroclásticos mayores a los del año pasado y a estos actuales”, expresó.

Álvaro Rivera, quien vive al pie del macizo, dijo que aunque está acostumbrado a la constante actividad, teme al aumento en la frecuencia de las avalanchas.

Aparte de las 18 manifestaciones de anteayer, ocho días antes se reportaron entre cuatro y cinco que obligaron al desalojo de unos 50 turistas.

Meldino Campos Castro, guardaparques, dijo que el área natural sigue abierta a los visitantes.

Contaminante natural

El Turrialba tiene un potencial explosivo que lo convierte en una de las principales amenazas, en caso de producirse cenizas, para las regiones pobladas del Valle Central, según Duarte.

El 15 de junio pasado hubo una pequeña actividad en dicho coloso, que los científicos descartaron como eruptiva. También descartaron el lanzamiento de ceniza.

Igualmente se inspeccionó el Irazú, pero los resultados fueron los mismos, ni ceniza ni expulsión de materiales sólidos, solo columnas de gases y vapor.

Pero en los últimos años, el Turrialba ha presentado constante actividad de gases y vapores con daños en la vegetación circundante al macizo.

“Se requiere un plan integrado de ordenamiento territorial que contemple la economía, y la estructura social en balance con la naturaleza”, dice el informe de Duarte sobre el Turrialba.

El volcán Poás se ha caracterizado en los últimos tiempos por degasificaciones y emanación de vapores. También cae lluvia ácida que afecta a las comunidades situadas viento abajo del coloso, en períodos de actividad extraordinaria.

El Irazú se “especializa” , últimamente, en emanaciones fumarólicas menores. Pero tiene elementos de peligro como el “historial eruptivo, altitud, condición climática y posición geográfica”.

Colaboró: Edgar Chinchilla.

Prevenga

El vulcanólogo Eliécer Duarte enumera algunas de las principales recomendaciones que pueden ser de utilidad para quienes habitan o se encuentran cerca de un macizo.

En caso de ocurrir una emanación de gases, lo indicado es evitar inhalarlos. Para ello utilice filtros o provisionalmente un pedazo de tela húmeda y abandone el área lo más pronto posible.

Reportar a las autoridades y a los entes que investigan y trabajan en el tema.

Evacuar y evitar las zonas peligrosas o que reciben avalanchas, cenizas, coladas o flujos piroclásticos.

En caso de avalancha, alejarse de los cauces de ríos y quebradas.

Seguir el sentido común. Si observa un comportamiento extraño, actúe y prevenga.