Jueves 25 de junio de 2009, San José, Costa Rica
Sucesos | En Esparza
Lo mató y se fue a tomar licor
Reclamo por desaparición de 100 piedras de crack/Lo sacaron escondido en vehículo
  • AlDia.cr
    Rosada había sido mecánico. El cuerpo fue enviado a la morgue. Rolando Avilés.
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    Rosales quiso huir escondido en un camión. Rolando Avilés.
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    La víctima. José E. Rosada. Edad: 31 años.

Rolando Avilés, corresponsal
Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

Puntarenas. - José Esteban Rosada Castro, de 31 años, murió ayer en la madrugada en la sala de Emergencia del hospital Monseñor Sanabria, tras ser interceptado, vapuleado y herido a balazos cuando caminaba por una céntrica calle de Esparza.

Como sospechoso figura un hombre de apellido Rosales, de 25 años, quien, luego de cometer el asesinato se fue a tomar licor a una cantina, dijo la policía. Anoche permanecía a las órdenes del Ministerio Público de Puntarenas, según fuentes del OIJ.

Rosada, alias “Magneto” fue impactado en tórax y piernas.

Rosales le achacaba, presuntamente, ser el responsable de la desaparición de 100 piedras de crack que escondía en su casa, según las investigaciones del OIJ de Puntarenas.

La presunta sustracción, al parecer, ocurrió hace pocas semanas, según las pesquisas.

Supuestamente, Rosales comenzó a buscar a “Magneto” y a enviarle amenazas de muerte.

El 8 de junio se lo topó y lo persiguió, según las autoridades.

Sin embargo, “Magneto” resultó ser más rápido y se refugió en su casa.

Rosales, aparentemente, optó por disparar contra la casa. Algunos proyectiles quedaron incrustados en la verja.

Antenoche, Rosales viajaba como acompañante en un Hyundai blanco por el centro de Esparza cuando vio que “Magneto” caminaba solo por la acera.

Inmediatamente bajó del carro y comenzó a agredirlo, según la Policía.

Luego, sacó un arma y le disparó, trascendió en fuentes cercanas al caso.

Esta escena no sólo fue confirmada por el chofer, sino por varios taxistas, entre otros testigos.

El sospechoso lo dejó moribundo en la calle, volvió al carro y se se fue a un bar.

Luego, se trasladó a su casa y ayer se mudó a la de su novia.

Una vez ahí, detectó la vigilancia policial y llamó al dueño de un pequeño camión.

Al vehículo lo metieron dentro de la casa y así salió escondido detrás de los asientos.

El OIJ dejó que el chofer saliera de la zona y, no fue sino cuando circulaba cerca de Barranca que detuvieron el vehículo y descubrieron a Rosales escondido.

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