Amsterdam/DPA y EFE.- Holanda se encuentra en estado de “shock”. En un ataque cuyo objetivo eran la reina Beatriz y los miembros de su familia, un conductor mató con su coche a cinco personas.

En el Día de la Reina, un holandés de 38 años consiguió sortear diversos controles y arrolló a varios presentes que veían un desfile en la ciudad de Apeldoorn. Dos mujeres y tres hombres murieron; entre los 13 heridos graves hay tres niños.

La Policía consideró que fue una acción “intencionada” por “motivos personales”. El atacante, que resultó herido de gravedad, admitió que su verdadero objetivo era la familia real.

Sin embargo, falló por varios metros y chocó contra un muro, por lo que no pudo alcanzar el autobús en el que se trasladaba la monarca, el príncipe heredero Guillermo y su esposa, Máxima.

El dramático accidente tuvo lugar mientras la familia real se desplazaba en un bus de dos plantas sin techo. La televisión lo transmitía en directo. Millones de holandeses vieron cómo el pequeño vehículo negro del hombre iba atropellando a las personas.

También se transmitió en vivo cuando el sujeto perdió el control del Suzuki Swift y se estampó contra un monumento cerca del bus.

Se reportó que el atacante perdió su empleo y no estaba en condiciones de pagar su alquiler. Tras el sangriento atropello, el público y los servicios de asistencia intentaron reanimar a los heridos. Para preservar la dignidad de estos, que se desangraban, algunos extendieron pañuelos delante de las personas que estaban inconscientes en el suelo.