Nueva York / AP. Alex Rodríguez rehusó hablar ayer de las acusaciones de que utilizó esteroides cuando estaba en la secundaria, y mientras jugaba con los Yanquis de Nueva York.

Rodríguez confesó en febrero que utilizó sustancias para mejorar el rendimiento cuando jugaba con los Rangers, pero insistió que dejó de hacerlo cuando fue canjeado a los Yanquis en el 2004.

El jueves evadió una pregunta sobre las alegaciones que aparecen en el libro “A-Rod” de la periodista de “Sports Illustrated”, Selena Roberts.

Un compañero de Rodríguez en la escuela secundaria le dijo a Roberts que el hijo de dominicanos utilizaba esteroides cuando jugaba en el colegio y su técnico lo sabía. El entrenador, Rich Hoffman, negó las acusaciones.

En el libro, un jugador de Grandes Ligas que no es identificado dice que A-Rod y el ex pitcher de los Yanquis, Kevin Brown, quien apareció en el Informe Mitchell, fueron vistos juntos con hormona de crecimiento humano en 2004.

El libro también cita a dos jugadores de los Yanquis, tampoco identificados, diciendo que creían que Rodríguez utilizaba sustancias prohibidas, basándose en los efectos secundarios visibles (engordó bastante).

Rodríguez aseguró que no le preocupa que el tema de los esteroides vuelva a surgir.

El antesalista se recupera en Tampa de una operación en la cadera, y se espera que regrese a jugar con los Yanquis en 15 días.

TICTACTIC

La periodista de “Sports Ilustred” escribe que los compañeros de equipo de Rodríguez, en Nueva York, se burlaban de él con apodos despectivos en el 2005, pues aumentó siete kilos y desarrolló un volumen excesivo de las mamas. ¿Esteroides?

El peor club del béisbol

No es fácil ser manager de los Nacionales de Washington, por múltiples razones.

Por ejemplo, el equipo conecta cinco jonrones, pero permite que le remonten una ventaja de 11-7 en el octavo inning y termina perdiendo por 13-11 ante los Filis de Filadelfia. Además, en ese mismo partido, los lanzadores reciben un par de “grand slams”.

El equipo también tiene el peor porcentaje de fildeo en las Grandes Ligas.

En el ámbito de lo ridículo, sus dos estrellas, Adam Dunn y Ryan Zimmerman, salieron al terreno hace un par de semanas con camisetas en las que no aparecía la letra “o”, y el nombre del equipo rezaba “Natinals”.

El piloto dominicano Manny Acta mantiene la frente en alto, al mando de un plantel cuyo récord es el peor de las mayores.

Pero los Nacionales perdieron 102 juegos el año pasado y al paso que van podrían repetir o incrementar esa cifra.

Esa no es una buena señal para Acta, en su tercera campaña como dirigente del equipo. Muchos ya piden su cabeza.