Ronny Rojas
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El expresidente Rafael Ángel Calderón –acusado en el juicio Caja-Fischel– afirmó ayer que seguirá con su aspiración a la presidencia por el PUSC en el 2010, a pesar del rechazo popular a su candidatura que indican las encuestas.

Calderón aseguró ayer a Al Día que confía en salir libre del proceso judicial.

“Aquí nadie me ha podido demostrar ningún delito”, dijo.

“Cuando fui elegido presidente, el 48 por ciento estuvo en contra mía, y gané las elecciones. Estamos muy seguros”, añadió.

También se refirió a un campo pagado, publicado en La Nación, el 8 de mayo anterior, en el que se le relacionó con el precandidato del PLN Johnny Araya Monge.

“Tengo muchísimo tiempo de no hablar con don Johnny. He conocido a los tres candidatos del PLN. Obviamente, con los dos más antiguos he tenido más relación que con doña Laura”, dijo.

Según la última encuesta de Demoscopía para Al Día (noviembre del 2008), un 80,8 por ciento de los ticos no votará por el expresidente en las elecciones del 2010.

Un estudio de Unimer, publicado por La Nación en febrero anterior, indicó que Calderón “es el político con el mayor rechazo electoral en el país”, pues 33 de cada 100 personas dijeron que “jamás votarían” por él.

Le siguen en lista por los que no votarían los ticos el precandidato del PAC, Ottón Solís (14 por ciento); el precandidato del PLN, Johnny Araya (10 por ciento); el candidato del Movimiento Libertario, Otto Guevara (6 por ciento ), y la liberacionista Laura Chinchilla (5 por ciento).

Calderón enfrenta cargos de peculado y corrupción agravada.

El expresidente de la Corporación Fischel, Walter Reiche, confesó hace pocas semanas que le pagó $850 mil a cambio de que una empresa de Finlandia ganara un millonario contrato para vender equipo médico a la CCSS.