Juan Diego Villarreal
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Liberia. Con nervios, ansiedad y un poco de buen humor vivieron la final madre e hijo...doña Roxie Blen y Mario Sotela.
Antes del partido, doña Roxie enfundada con un buzo rojo y blusa amarilla, se reía nerviosamente mientras aplaudía y ondeaba su abrigo rojo. “Si se porta mal le jalo las orejas a Mario”, bromeaba con la prensa y con algunos allegados, insinuando que Heredia no podía perder ante el cuadro de su hijo.
Mientras tanto, Sotela se movía de un lado a otro en la gradería, conversaba con sus amistades al mismo tiempo que volvía a ver con dulzura a su madre.
“Ella quiere ganar y yo también. De aquí saldrá el equipo que estará en la Concacaf y por eso fue un partido tan disputado.”
Con algo de nervios, el dueño del equipo pampero conversaba con algunos de los aficionados, mientras que doña Roxie compartía con Carlos Salas, gerente del Herediano y Aquil Ali, expresidente del conjunto florense.
En el segundo tiempo doña Roxie se puso una gorra roja para taparse del sol que le pegaba en su rostro, y en las opciones que tuvieron los florenses se puso de pie, e incluso reclamó al central cuando el línea Edwin Medaglia levantó su banderola, ante un fuera de juego de Óscar Briceño.
Por momentos estuvo más metida en el juego que su propio hijo. “Ahora vamos a Heredia donde estoy segura vamos a ser campeones, al estar en nuestro estadio”, dijo la señora Blen.
Mario no se quedó atrás y expresó: “recuperamos los jugadores suspendidos para el martes (mañana), por lo que vamos mucho mejor y estoy seguro que vamos a traernos el campeonato a la pampa”.
Mañana se sabrá si le jalarán las orejas a Sotela.
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