Carlos Láscarez S.
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Puntarenas. - Un doctor del servicio de Urgencias y un médico cirujano del hospital Monseñor Sanabria, fueron arrestados ayer por agentes del OIJ, como sospechosos de haber efectuado una malpraxis que cobró la vida de un joven de 20 años.

El arresto de los médicos, de apellidos Sing (Urgencias) y Muñoz (cirujano) se registró anteayer a las 2:10 p.m. dentro de su lugar de trabajo, comentó el OIJ.

A los galenos se les acusa de negligencia profesional en perjuicio de Josué Rodrigo Ramos Fallas, de 20 años, quien murió el 14 de agosto del 2007.

Randall Álvarez, director médico del Monseñor Sanabria, manifestó ayer vía telefónica que los doctores tienen más de tres años de laborar en ese centro.

“La investigación administrativa y disciplinaria de forma inmediata se está cursando. De momento no vamos a externar criterios hasta que la Fiscalía no resuelva”, aseguró Álvarez.

Agregó que ya existe una demanda contra el hospital interpuesta ante los tribunales.

Tras ser llevados a la Fiscalía, a Sing le suspendieron la licencia de médico durante tres meses, mientras que a Muñoz le impusieron varias medidas cautelares como no acercarse a los familiares de la víctima.

De acuerdo con una fuente ligada al caso, Ramos fue atacado de dos puñaladas por un hombre, conocido como “Gerson” cuando caminaba por El Roble de Puntarenas junto a un amigo.

Producto del enfrentamiento, recibió una herida en el estómago y otra en la espalda, la cual, al parecer, no fue detectada por los médicos que lo atendieron.

Durante la autopsia, se descubrió que Ramos presentaba una segunda herida, la que, supuestamente, le tocó un riñón.

Seguido, se le pidió al OIJ de Puntarenas que investigara el irregular caso.

Clamor de una madre

María de los Ángeles Fallas, madre de Josué, alias “Chango”, comentó que su hijo trabajaba en un videojuego que su padre le había instalado.

Además, el joven cursaba el octavo año en el Liceo Nocturno José Martí.

“Yo le decía a los médicos que estaba muy inquieto (Josué) y no me hicieron caso. Tuvo una agonía de casi 12 horas. Se ahogó en sangre producto de una hemorragia que no le detectaron a tiempo”, aseguró.

“A él lo operaron y lo mandaron a recuperación, donde empezó a fallarle la respiración.

Nada me va a devolver a mi hijo, por lo que pido justicia, ya que esto no puede pasar en un hospital donde no es la primera vez que se dan estos hechos”, afirmó Fallas.

Expresó que en la madrugada le insistió a las enfermeras para que ayudaran y revisaran a su hijo, pero que no accedieron.

La víctima mantenía una relación de noviazgo de más de un año con una muchacha vecina y era el menor de cuatro hermanos.

Corresponsal: Rolando Avilés.