Franklin Arroyo González
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La madrugada del viernes anterior no será olvidada con facilidad por Cindy Castro, de Mozotal de Ipís, Goicoechea.

Ese día, su hijo Ian Lizano empezó con fuertes dolores de estómago luego del almuerzo.

“El dolor se le hacía más fuerte. Lo trajimos para hacerle exámenes”, explicó Castro quien llevó a su hijo para que lo viera un médico por la noche.

“Estuvimos toda la madrugada con él, hasta que nos dijeron que era el ápéndice y que lo tenían que operar.

“Vieras el susto. Es la primera vez que necesito del hospital. Me parece que hacen un excelente trabajo. Estoy muy agradecida.

“No sé qué hubiera pasado si no existiera el hospital. De seguro no podemos pagar la operación por fuera. Voy a estar por la mañana con él y por la noche viene mi esposo. Nos turnamos, si no, no podríamos”.

Castro asegura que su hijo asimiló bien el proceso y que le gusta estar en el centro de juegos. “Se recupera muy bien”, añade.