Ciudad de México/DPA. - El futbolista mexicano Antonio De Nigris, quien murió el lunes de un paro cardiaco, no tenía problemas congénitos, sino una hipertrofia ventricular propia de deportistas de alto rendimiento, dijo ayer el médico Mario Alberto Benavides, amigo de su familia.

“Aquí hablar de un problema congénito o genético es muy difícil, porque debemos de redefinir que Antonio nunca tuvo algún síntoma”, explicó Benavides, jefe del departamento de cardiología del Hospital Universitario de Monterrey.

En una conferencia de prensa, junto a Aldo De Nigris, hermano del futbolista fallecido, el médico desestimó en la ciudad mexicana de Monterrey versiones que atribuyen a una falla congénita la muerte de De Nigris, ocurrida el lunes en Grecia a los 31 años.

De Nigris, quien jugaba para el club griego Larisa, murió de un paro cardiaco mientras dormía.

El médico afirmó que el delantero, a quien revisó en distintas ocasiones, era una persona muy sana y atribuyó su muerte a una arritmia.

Según señaló el médico, De Nigris presentaba un engrosamiento del corazón normal en personas con actividades de alto rendimiento, que tienen una función cardiovascular más elevada de lo normal y pulsaciones más lentas que cualquier otro.