Pérdida terrible para Costa Rica. El sábado anterior murió uno de lo humoristas más completos del país: Froilán Bolaños.

Hace una semana, la iglesia católica Las Mercedes, en Grecia, se llenó de llanto cuando cientos de personas se reunieron para celebrar las honras fúnebres del imitador del programa “Pelando el Ojo”, de radio Monumental.

El obispo de Alajuela, Ángel San Casimiro, celebró la misa. Con una voz llena de sentimiento, dijo que “Froilán vivirá en el corazón de todos los costarricenses”.

El lunes, a las 5 p.m., su compañero del alma, amigo y hermano, Norval Calvo, abrió los micrófonos para iniciar, como todas las semanas, “Pelando el ojo”, pero esta vez había una silla vacía.

Norval contó a los radio escuchas que él y Froilán hicieron en vida varios pactos que se deben de cumplir: uno de éstos fue seguir con el programa “Pelando el Ojo”, aunque alguno de los dos faltara.