Neyssa Calvo Achoy
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Al verlos juntos cualquiera diría que están enamorados, aunque en la realidad son sólo dos jóvenes que hicieron realidad su más grande sueño: ser actores y verse algún día en la pantalla grande.

Adriana Álvarez, de San Antonio de Belén y Edgar Román, de Sabanilla, se conocieron no hace mucho cuando fueron escogidos para hacer el papel de Teo y Jessie, los protagonistas de la película “Gestación”; del cineasta cotarricense Esteban Ramírez.

A simple vista son adolescentes, aunque son más las páginas del calendario que han pasado a lo largo de sus vidas.

Ambos viven con sus padres, les encanta el cine y desde ya piensan en disfrutar la Navidad junto a su familia. Claro, también tienen sus diferencias: a Edgar le encanta cocinar y prefiere refugiarse en la montaña con neblina, mientras que ella confiesa que le agrada la playa.

Desde el estreno de la cinta (el 16 de octubre) han pasado de las aulas universitarias al mundo de la farándula nacional, casi sin darse cuenta.

Ahora salen a la calle y más de uno los detiene para felicitarlos por su actuación e incluso hay quienes se animan a llevarse a casa como un trofeo su autógrafo.

Para ninguno es su primera vez frente a las cámaras, pues el gusanillo de la actuación los ha venido picando desde hace algún tiempo.

Adriana, por ejemplo, hizo un anuncio para Paniamor, donde incluso conoció a Ramírez. A los 12 años fue parte del elenco de la serie “El Barrio” durante seis capítulos. Cuando salió del “cole” protagonizó uno de los capítulos de “Protocolo 84”, que producía el periodista Ignacio Sánchez para Teletica.

Mientras tanto, Edgar aseguró que en el pasado también tuvo alguna participación como actor principal y recibió un curso de actuación en Shanghai. También aprendió un poco de mandarín el año pasado.

Ambos retienen en sus mentes el primer día de grabación de “Gestación”, en el cual filmaron la última escena de la trama.

Fue un día donde reinó el nerviosismo y el cansancio, comentaron las estrellas.

Conforme pasaron los días las emociones o el susto disminuyeron, pero donde si palpitaron sus corazones sin poder evitarlo, fue durante la filmación de las escenas amorosas con algo de sexo.

“Era la única mujer en el lugar. Además, mi mente siempre me traicionaba y sacaba a Jessie de mí, lo que hacía las cosas más difíciles”, recordó Adriana.

Para Edgar no fue tan incómodo. “Creo que fue la escena que me generó más reto”, dijo.

La prueba sin duda la ganaron y con creces, pues lograron representar a una pareja de adolescentes que como tantos, cometen errores, pero que deben aprender que la vida no termina ahí y hay que seguir adelante con la frente en alto.

Edgar y Adriana también coinciden en que para enfrentar al destino hay que luchar, superarse, nunca dejar de aprender y pensar que el que no arriesga no gana.