San Salvador / AP. - El Salvador jugará el sábado frente a México sin complejos y con la mente puesta en su primer triunfo de visita en el Estadio Azteca, aseguró el capitán salvadoreño Ramón Sánchez.

“Hemos venido a demostrar, a jugar, no a ser fiesta de nadie”, advirtió Sánchez desde la ciudad de Santiago de Querétaro, a más de 200 kilómetros de la capital mexicana, donde los salvadoreños se adaptan a la altura de cara al choque de la penúltima fecha de las eliminatorias mundialistas.

La altitud de Querétaro ronda los 1.800 metros sobre el nivel del mar, mientras que el Distrito Federal se encuentra a unos 2.400.

Sánchez, volante de los Earthquakes de la MLS estadounidense, señaló al matutino La Prensa Gráfica que no les “interesa el pasado. Este es nuestro momento”, apuntó en alusión al triunfo 2-1 frente a México en junio pasado en San Salvador.

“La gente salvadoreña nos ha pedido que lo demos todo y a eso hemos venido. La clave será pararnos bien, tocar bien la pelota, a ser precisos como podemos serlo, a exhibir nuestra mejor actitud”, concluyó.