Alexander Aguilar
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Queda atrás el gane contra Egipto y la visita de ayer a las pirámides de Giza, donde todos quedaron boquiabiertos.

El técnico Rónald González saboreó ambos momentos y ahora se enfoca hacia el juego del sábado, donde se topará contra Emiratos Árabes Unidos en cuartos.

En entrevista con ADN Deporte de Al Día, González habló de la hazaña y de los sueños.

¿Qué opina del rival del sábado por los cuartos de final?

El grupo vio el partido entre Emiratos y Venezuela. He escuchado comentarios diversos, es un equipo que también nos va a costar. Emiratos tiene un fútbol de posesión de pelota, con dinámica, se mueven mucho en el medio, con jugadores técnicos y cambios de ritmo. Vamos a hacer algo parecido a lo que hicimos contra Egipto.

Tuvieron que pasar 17 mundiales para que Costa Rica avanzara a una tercera fase. ¿Lo marcará como técnico?

Pues sí, nos va a marcar a todos, por cosas buenas y malas. Así como somos la primera selección en avanzar hasta esta ronda también somos la primera selección menor que recibe cinco goles en un mundial. Pero a los números yo les pongo poca atención, el fútbol me gusta vivirlo con la realidad nuestra, que primero fue oscura y gris y ahora está cristalina.

¿Cómo se rompió la barrera de una segunda ronda?

Aprender de la experiencia triste del primer partido, porque no es fácil reponerse de un 5-0 contra Brasil. Tuvimos una reunión dura, confrontativa, crítica y directa, los jugadores lo aceptaron bien y se mejoró en el volumen de juego.

¿Cómo vive este momento?

Lo estamos disfrutando a lo máximo, pero ahora hay que volver a retomar las metas para llegar lo más lejos posible.

Hubo muchos errores por el centro de la defensa contra Brasil y Rep. Checa; ante Egipto se vio muy diferente. ¿Dónde estuvo el cambio?

Los errores prevalecieron en la parte de atención, en el concepto de cobertura y de agrandar el campo. Contra Egipto metimos a Roy Smith por su velocidad y fortaleza; él había estado entrenando muy bien y solo esperaba la oportunidad. Se corrigió con vídeo, con pizarra, se repasó el A, B, C. Se repitió mucho, a los jugadores les cansa, pero había que hacerlo.

¿Qué ha aprendido?

He aprendido que el técnico tiene que ser tolerante. Cuando Brasil nos metió el quinto gol sentí que todo se me venía encima, que esta carrera que había iniciado se me venía para atrás y que todo se iba para la borda. Pero sabía que esta profesión es de mucho análisis, tolerancia y mucha paciencia.

¿Cómo manejar ahora el aspecto mental para que el grupo no se dé por satisfecho?

El fútbol ha cambiado y también estos muchachos en comparación con los de hace unos 15 años, cuando no podíamos estar lejos de la casa porque nos hacía falta el gallo pinto, las tortillas y el aguadulce. Ahora estos muchachos se acomodan a todo. Comenzamos en un hotel normal, luego en un hotel bonito y ahora estamos en un hotel espectacular. Lo primero que me dijeron los muchachos al llegar a este hotel en El Cairo es que querían quedarse aquí todo el tiempo del mundo, lo más que podamos, por las comidas, por las habitaciones, por el servicio, por las facilidades. Todos queremos quedarnos aquí otra semana más, no queremos que esto se termine.