Buenos Aires / DPA y AP. - En Argentina la afición pide que la estrella Lionel Messi vaya a la banca, mientras el nombre de Martín Palermo está más latente que nunca en la selección de Maradona.

La opción que a ningún seguidor del FC Barcelona se le pasaría por la cabeza --sentar a Messi en el banco en un partido decisivo-- fue apoyada ayer por un 60 por ciento de los lectores del diario “Clarín”, el de mayor circulación en el país.

“¿Cree que Argentina puede darse el lujo de dejar a Messi en el banco?”. Un 60,2 por ciento de los lectores respondió que “sí”, mientras que el 39,8 rechazó esa posibilidad.

Messi es objeto de críticas en su país, donde se le echa en cara que no rinde en la selección al mismo nivel que lo hace en el Barcelona.

La otra cara

Mientras tanto Martín Palermo, el nuevo santo del fútbol argentino aún no puede creer su milagro.

Dos días después del agónico gol que le dio la victoria 2-1 a Argentina ante Perú, “San Palermo” --como lo bautizó el propio técnico de la selección Diego Maradona-- asegura que el zurdazo salvador fue “una bendición”.

“Tengo un ángel desde el cielo que también me está ayudando (en referencia a su hijo muerto poco después de nacer) y un Dios aparte. Siempre que lo necesito, me responde”, dijo Martín Palermo al diario deportivo Olé.

Palermo volvió a la selección albiceleste tras una década de ausencia. Para él, este regreso con gloria le permite un alivio: “no quedarme con el sabor de que en la Selección no tuve un buen paso”, dijo. Pero para que su felicidad sea completa, dice, Argentina debe vencer a Uruguay mañana en Montevideo para asegurarse la clasificación directa al Mundial.