Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

El testimonio de las víctimas y de los testigos del ataque fue determinante para desacreditar el relato de los asesinos y llevó a la condena unánime de Christian Mora Cantillano y a Juan Carlos Mena Jiménez a 372 años de prisión.

Los asesinos pretendieron ocultar toda prueba física y fueron los testimonios los que ayudaron a esclarecer el caso, detalla el fallo de las juezas.

Ese proceder de intentar ocultar pruebas llevó al Tribunal a refutar su relato de que actuaron drogados y borrachos, y en esa condición no sabían lo que hacían.

El Tribunal encontró a Mora Cantillano y Mena Jiménez responsables de los delitos de homicidio calificado y tentativa de homicidios, violaciones, privación de libertad y robo agravado, contra las hermanas Arelis y Yerlin Marín Salazar y la compañera de ambas Angie Peraza Fernández, cometidos el 27 de octubre de 2008.

La jueza Ana Patricia Mora, explicó en la lectura del fallo, que los testimonios de los asesinos no se dieron por probados y más bien fueron construidos a partir de los vacíos de los testimonios escuchados en el juicio.

“Al resolver, este tribunal está plenamente convencido que los encartados para ese momento, conservaban íntegras sus cualidades mentales, no estaban perturbados por la ingesta de bebidas alcohólicas o drogas que les impidieran conocer el carácter ilícito de los actos que realizaban”, explicó.

Contundente

Una persona perturbada no hubiera sido capaz de tapar la cámara del cajero del Banco de Costa Rica, como hizo Mena, detalló Mora.

“Sabía que los cajeros automáticos tienen ese dispositivo de seguridad y podrían estar siendo grabados”.

Además, las numerosas transacciones y conversiones en dólares que realizó Mena Jiménez probaron, para el Tribunal, que los asesinos estaban en su sano juicio.

Los homicidas fueron cuidadosos en el motel donde ultrajaron a las víctimas, pues no dejaron rastro de huellas en los llavines de las puertas ni de las duchas y obligaron a las hermanas a bañarse para eliminar restos orgánicos en el cuerpo de ellas (Angie no estuvo en el motel, pues le habían disparado antes).

“Luego de ejecutar a Angie, Mora Cantillano ingresa al motel a hacer una revisión superficial, se quita la gorra y manipula con ella el llavín porque sabe que es apto para capturar huellas”, dijo.

Los asesinos sabían lo que hacían, según la jueza, porque están casi totalmente rasurados en sus genitales, pecho y cejas. Es una característica que aporta Arelis que ve, sobre todo en Mora y lo hacen para no dejar en el escenario elementos que los comprometieran”.

De terror

1 Trágico. La noche del 27 y madrugada del 28 de octubre, Angie Peraza, Arelis y Yerlin Marín fueron interceptadas por Juan Carlos Mena y Christian Mora. Las violan e intentan ejecutarlas, pero solo consiguen matar a una (Yerlin).

2 Cayeron. El 31 de octubre, cuatro días después, capturan a los dos sospechosos. Además, los vinculan con los asesinatos de Rolando Orozco y Pamela Cháves.

3 Reconocimiento. El 7 de noviembre, Angie y Arelis reconocieron a los sujetos detenidos, Juan Carlos Mena y Christian Mora.

4 Juicio. El 16 de setiembre de 2009 inició el juicio contra los dos imputados y finaliza el 13 de octubre al ser declarados culpables.