Karla Barquero, colaboradora
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Con las manos en la cara, otras implorando al cielo y hasta ojos al borde del llanto, así vivieron los aficionados el gol del empate de los Estados Unidos.

Quienes en un principio estaban rebosantes de alegría, con el pase al Mundial casi en la punta de los dedos, de un momento a otro se mostraron frustrados.

No faltó quien le echara la culpa al árbitro y le recordara a éste su madre, por la cantidad de minutos de reposición.

Quién iba a imaginar que los infaltables “Oooeé, oe oe oee... tiiiicoos”, que se hicieron presentes cuando Keylor Navas rechazó con sus puños dos intentos del rival, iban a ser apagados al minuto 95, el mismo que silenció el lugar y sepultó muchas esperanzas.

Sin embargo, aún quedan optimistas que muestran un poco de brillo en sus ojos y creen que si la Tricolor es capaz de respetar su casa y mantener un marcador en Uruguay, la veremos rumbo al Mundial en Sudáfrica 2010.