Isaac Lobo
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Carlos tenía 11 años, los pantalones cortos y los músicos amigos de su padre le decían “Pitusilla”, y aún así tocó con El Gran Combo.

Era el sueño de cualquier chico, por eso le dio a los timbales como ninguno.

Este músico, que tiene a su cargo La Solución, recuerda que tocar con las leyendas no fue algo nuevo para él, pues su progenitor lo llevaba a los 10 años a la desaparecida discoteca Etcétera, para que lo acompañara en sus toques.

Su papá, el original “Pitusa”, en ese entonces también trabajaba para el programa “Club Millonario” con el finado Carlos Alberto Patiño.

Ahora asegura que todavía le queda mucho camino por recorrer, así como sueños por cumplir.

¿Qué significa llevar el sobrenombre “Pitusa”?

La verdad sólo me ha traído cosas buenas, por la nobleza de mi papá quien me heredó buenas amistades y algo de mi popularidad. Es una responsabilidad porque no lo puedo ensuciar.

¿La gente mayor lo reconoce en la calle?

No mucho, se acuerdan más de mi papá. Una señora me dijo: “usted es el mismo, hace 28 años que no lo veo y no ha cambiado”. Y yo le tuve que explicar que era el hijo.

¿A su hijo cómo le dicen?

Pues “Pitusilla”, como a mí cuando estaba pequeñito. Él tiene ocho años y ya es todo un músico, porque le encanta el timbal.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

Recuerdo que tenía una batería azul y el vecino era taxista y trabajaba de noche, entonces no lo dejaba dormir, porque le daba todos los días, así que nos tiraba piedras al techo. Luego mi papá me metió a la Sinfónica Juvenil.

¿Cómo es eso de que con 10 años lo llevaba a una disco?

Es como cuando un padre lleva a un hijo al trabajo, el mío era músico y yo lo acompañaba desde las 10 p.m. hasta las 3 a.m.

¿Qué le decía su mamá?

No le hacía nada de gracia, pues yo tenía escuela al otro día. Ella era hermana del pianista Pibe Hines y sabía como es la vida de los músicos.