Domingo 13 de septiembre de 2009, San José, Costa Rica
Farándula
El precio de la fama
Ser conocido no siempre es motivo de celebración. Algunos figurones cuentan su experiencia
  • AlDia.cr
    Vivian Campos agradece el cariño de la gente, aunque no tenga privacidad. Rafael Pacheco.

Isaac Zúñiga Keith, colaborador
redaccion@aldia.co.cr

A muchos les gustaría convertirse en “figurones”, ser personalidades muy reconocidas, acaparar la atención de las cámaras de televisión, salir en las portadas de revistas o periódicos de nuestro país.

Si bien es cierto, el ser una cara conocida del medio nacional tiene sus ventajas y cosas positivas, también como se dice popularmente, la “fama” tiene su precio.

Algunas caras conocidas de Tiquicia nos comentaron acerca de lo malo de ser un farandulero.

La intromisión en su privacidad, el no poder salir a la calle como cualquier otro ciudadano con tranquilidad, ir a un restaurante a compartir con la familia y amigos sin que se le queden viendo, o ir “relax” de compras al supermercado, son algunos de los aspectos a los que tienen que acostumbrarse los conocidos.

“Yo siento que no soy muy conocida, pero sí es incómodo que me reconozcan en algunos sitios y que estén pendientes de lo que hago. La gente tiende a criticarlo más a uno”, mencionó la presentadora Vivian Campos, quien dice que la gente se fija más en los defectos de los figurones.

“Es muy difícil cuando uno llega y se sienta en un restaurante, llegan personas a saludar y hablar. La comida se enfría y uno no puede decir que no, porque pueden tacharlo de odioso o pedante”, añadió el presentador “Kiko” Robles. Marilín Gamboa dice que lo peor es que se pierde la privacidad. “Por ejemplo, a mí me encanta ir al supermercado, pero es incómodo a veces, porque la gente vuelve a ver si tengo el pelo parado, cómo ando vestida o lo que compro. A veces tiene uno la responsabilidad de andar de buenas siempre, ser amable, aunque no me encuentre en mi mejor día, eso no lo entiende el público”, agregó la presentadora. El verse en el ojo de la tormenta en ocasiones, por chismes o palabrerias que inventan, es algo a lo que los reconocidos nacionales le tienen cierto recelo.

“La verdad lo que más me incomoda de esto, es que a veces inventan situaciones, dicen que estuviste en tal lugar, haciendo esto o lo otro. Eso puede afectar un poco tu imagen”, explicó el técnico del Saprissa, Jeaustin Campos.

La modelo Angie Conejo agrega que los figurones tienen que cuidarse un poquito más.

“Hay que comportarse bien en público. A mí me gusta andar sin maquillaje y chancletas, y siempre se te quedan viendo si no andas bien arreglado”.

Así lo veo

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Keylin Castro.

Keylin Castro, modelo

Es feo andar en boca de la gente. Es incómodo que lo juzguen por una foto o una pasarela, porque no saben como es uno”.

Luigi Flores, músico y compositor

Lo malo es estar expuesto a las malas críticas o chismes que inventan. Lo ven a uno con alguien y piensan mal”.

Natalia Álvarez, modelo

Muchas personas se dejan llevar por la apariencia casi siempre, y no saben que uno tiene otras cualidades”.

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