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Las tortugas ya llegaron y serán tantas que no se podrá caminar por la playa. Manuel Vega.
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Cientos de jóvenes transportan los huevos a bodegas. M. Vega.
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Esta señora no pierde el tiempo. Manuel Vega.
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Los zopilotes son parte importante de un desove de tortugas, pues hacen “limpieza” de los huevos podridos. Manuel Vega.
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En un desove, la tortuga lora pone de 100 a 120 huevos que seis semanas más tarde se convertirán en unas pequeñas e indefensas tortuguitas.
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Algunos embriones fallecen en su etapa de gestación, pues ciertas tortugas desovan en nidos anteriores y para eso, deben sacar los huevos existentes.
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El biólogo y científico estadounidense Peter Pritcherd, disfrutó a placer el “show” que estas loras nos brindaron.
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Esta tortuga llegó a desovar a las 7:15 a.m. cuando este joven ya iba con un saco cargado de huevos para comercializar.
Miguel Calderón Suárez
miguel.calderon@aldia.co.cr
Guanacaste.- En Ostional la vida es distinta. Aquí no se comentan las noticias, ni se habla de los fracasos de nuestra Selección; tampoco se menciona la nueva Ley de Tránsito.
En los bares, restaurantes, hoteles, sodas y tiendas de esta pequeña comunidad guanacasteca, se comenta un solo tema.
Los vecinos esperan con ansias su arribo. Los hoteles hacen su agosto gracias a ellas y algunas cadenas televisivas como la BBC de Londres, preparan todo su arsenal para difundir el espectáculo que estos animales nos brindan por naturaleza.
En el pueblo, la palabra “arribada” se respira mañana, tarde y noche. La gente está intranquila porque ellas aún no llegan.
La “flota” de tortugas lora --como ellos le llaman-- está prevista para la una de la mañana del sábado 12 de setiembre. Esa noche la luna pasará de creciente a menguante y los quelonios regresarán de un largo viaje a desovar al sitio donde nacieron.
A las 8 p.m. las calles empedradas lucen vacías. Sus habitantes están en sus casas a la espera de una llamada de alerta.
¡Flota, flota, flota!
Son las 3 a.m.Una voz exclama “¡flota, flota, flota!”. Un megáfono propaga el grito por todo Ostional. ¡Todos arriba! ¡Llegaron las tortugas!
En la playa, lo que veo es impresionante. Miles de tortugas entran y salen del mar. Vienen en grupos de diez, siete, cinco, cuatro y tres. Su objetivo es claro: desovar sin importar lo que esté a su alrededor: personas, perros, incluso zopilotes.
Son las 5 a.m. El sol empieza a asomarse. No viene solo. Lo acompaña un hermoso celaje que da más vida y color al “paraíso” natural que se vive en la arena.
A las 7 a.m., muchas de ellas ya hicieron su trabajo. En cinco días habrán depositado unos 6 millones de huevos. De ellos, la Asociación Silvestre de Ostional comercializará 450 mil en todo el país. Esto le genera al pueblo una suma de ¢180 millones anuales.
En medio de este espectáculo natural, también es posible que la comunidad se beneficie sin alterar a esta población silvestre.
El desove de tortugas lora es un fenómeno que solo se puede observar en dos países del mundo: México y Costa Rica.
La misión se cumplió. En seis semanas la vida se abrirá paso.
Perfil
Nombre: tortuga lora.
Edad: alcanzan una edad de hasta 40 años.
Se alimenta: de animales invertebrados y principalmente de cangrejos.
Dato: la tortuga lora es la más pequeña de todos los quelonios marinos. Su caparazón mide entre 58 y 66 cm y pesa de 36 a 45 kilogramos.
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Las tortugas ya llegaron y serán tantas que no se podrá caminar por la playa. Manuel Vega.
Cientos de jóvenes transportan los huevos a bodegas. M. Vega.
Esta señora no pierde el tiempo. Manuel Vega.
Los zopilotes son parte importante de un desove de tortugas, pues hacen “limpieza” de los huevos podridos. Manuel Vega.
En un desove, la tortuga lora pone de 100 a 120 huevos que seis semanas más tarde se convertirán en unas pequeñas e indefensas tortuguitas.
Algunos embriones fallecen en su etapa de gestación, pues ciertas tortugas desovan en nidos anteriores y para eso, deben sacar los huevos existentes.
El biólogo y científico estadounidense Peter Pritcherd, disfrutó a placer el “show” que estas loras nos brindaron.
Esta tortuga llegó a desovar a las 7:15 a.m. cuando este joven ya iba con un saco cargado de huevos para comercializar.
