Fernando Araya
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Si usted ha estado a la hora pico metido en una presa, entonces es posible que conozca a Luis Fernando Monge, del programa “Desde la Carretera” del dial IQ Radio, quien le informa la situación del tránsito en las principales rutas de nuestro país.

Su reporte pasa todos los días de 6:30 a 9 a.m. y de 5 a 8 p.m.

Este locutor se define como una persona trabajadora y lo demuestra todos los días al llegar tempranito a la radio bien “chaneado”, debido a su trabajo como agente de seguros.

“Los compañeros de la emisora me han vacilado mucho, porque todos los días llegó bien encorbatado”, afirmó Monge.

Desde los 13 años comenzó con sus andanzas en el micrófono al involucrarse de lleno en radio Fabulosa.

“Me gustaba la música y animaba eventos en el colegio María Inmaculada de Moravia, luego una vez hice un comercial y de ahí me fui metiendo”, explicó.

Pero fue en el 2001, cuando se le ocurrió la idea de hacer algo diferente, que fuera a la vez productivo y educativo, fue en ese momento que se empezó a gestar la idea de hacer “Desde la Carretera”.

“En Estados Unidos me tocó estar en una presa y me di cuenta que las emisoras lo asesoraban a uno, de ahí me traje la idea”.

Pese a que sabe Luis sabe uno que otro atajo, el locutor se sincera y afirma no ser el mejor conductor de todos.

“No soy una casta paloma al volante, pero he aprendido por mi profesión a tener más conciencia a la hora de manejar”.

Su momento más duro lo vivió al perder a su primera esposa Mayra, tras una fuerte lucha contra el cáncer, una situación que lo hizo valorar más a las personas alrededor de él.

“Mi esposa se aferró a luchar hasta el último día. Lo más duro fue tener que afrontar esto con mi hija”.

Pero la vida le puso un nuevo camino y le hizo conocer a Andrea Gudiño, su actual compañera y madre de su pequeño Luis Alonso (cuatro meses y medio) y quien junto a Aryam (8 años) se convierten en su máximo tesoro en la vida.

Fiebre

Tiene 3.000 álbumes. Los favoritos son los de Madonna.

La escuela de su hija es el único lugar donde lo han reconocido por su voz.

Lo confunden siempre con su compañero Miguel Avendaño que hace los programas en la tarde.

Es un saprissista a muerte y jugó con las divisiones menores pero una lesión lo hizo abandonar el fútbol. Siempre lo molestan cuando pierde el monstruo.