Isaac Zúñiga
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Más difícil fue para el Saprissa llegar a Guápiles, debido al cierre de la autopista Braulio Carrillo por derrumbes, que ponerse en ventaja en la serie de semifinales ante Santos, con la victoria de 0-1 en el estadio Ebal Rodríguez.

Y es que el discurso que dieron los guapileños previo al juego, donde afirmaban que no se iban a arrugar de nuevo ante los morados, ni les iban a temblar las piernas al ver la camiseta de un grande, quedó en el papel.

Tampoco se evidenció la presión, el juego rápido y vertical que pretendía hacer el Santos, para buscar complicarle las cosas al Saprissa y vencerlos por primera vez en el actual torneo de Verano.

Se sintieron más incómodos los tibaseños, de seguro, al tener que tomar la ruta por Turrialba, que ocupa más tiempo (alrededor de cuatro horas), para hacer el recorrido a territorio caribeño.

En la cancha, otras fueron las circunstancias, si no que lo diga el goleador morado Alejandro Sequeira, autor del único gol del compromiso, su onceavo personal, aprovechando las libertades en el centro de la zaga guapileña, para con certero cabezazo abombar la red al 21.

Así dejó a la “S” con la serie a punto de caramelo, a un paso de la final nacional.

Los dirigidos por Roy Myers supieron controlar el juego, cuidar la mínima ventaja e incluso, darse el lujo de no forzar a piezas claves de su engranaje, para rematar la semifinal el domingo a las 5 p.m. en la “Cueva”, donde no saben lo que es perder en este certamen de Verano, y donde solo han recibido dos goles.

Sin duda alguna, los pupilos de Rónald la “Bala” Gómez la tienen color de hormiga.

Por qué ganó Saprissa

1. Fue mejor en la cancha que el Santos. Controló el juego a placer y supo cuidar la ventaja.

2. La experiencia de sus jugadores en este tipo de instancias se evidenció.

3. Aprovechó los despistes de la parte baja guapileña, como sucedió en el gol de Sequeira.

4. Los morados están obligados a sacar esta serie adelante. Ya dieron el primer paso.

5. Hombre por hombre son mejor equipo que los santistas, y el sol no se tapa con un dedo.