Felipe Arrieta, colaborador
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Un verdadero golazo del jugador limonense Kenny Michell valió el boleto para los que llegaron al Estadio Nuevo de Limón para ver a los caribeños triunfar 2 a 0 ante un desdibujado San Carlos.

Corría el último minuto de un juego realmente aburrido, cuando Michell quien entró de cambio, no lo pensó dos veces y con un remate certero desde una distancia de unos 35 metros consiguió una verdadera joya de gol.

Esa conquista perdonó el pobre nivel de juego ofrecido por ambas escuadras y no es conformismo porque hay que ser muy claro en que el partido ofreció muy poco espectáculo.

Los caribeños perdieron ese sabor, esa alegría que los caracterizaba en su juego y con más ganas que buen fútbol derrotaron a los “Toros del Norte”, que si bien es cierto en algunos tramos del juego dominaron la posesión del balón tuvieron muy pocas opciones claras de gol.

“Hay que aceptar la derrota, a veces no alcanza con manejar la pelota, hay que meterla”, expresó el técnico norteño Daniel Casas.

La otra anotación del partido la había conseguido el “trotamundos” del fútbol nacional, Evance Benwell, al minuto 14.

El limonense aprovechó un remate centro de Kraesher Mooke y la prendió de seguido para batir así al guardameta sancarleño Donny Grant.

Esta fue la primera conquista de Benwell luego de dos años de ausencia en la categoría de honor de nuestro país, por lo que el atacante se mostró satisfecho.

“Es una felicidad volver a Primera y anotando, a pesar de estar dos años fuera me sentí bien, todavía me falta mucho, hay que seguir trabajando”, aseguró Benwell.

Esa acción del gol fue lo único rescatable de un primer tiempo que tuvo como común denominador un juego trabado por ambas oncenas, que a base de pelotazos trataron de llevar peligro al marco contrario.

Para la complementaria el panorama no cambió mucho, solo que ahora San Carlos debía de proponer algo más si no quería salir derrotado.

Esto hizo que el partido se abriera un poco y se crearán algunas opciones de gol, teniendo que emplearse a fondo los porteros de cada equipo.

Pero hay que ser claros, el buen espectáculo no se había hecho presente a tierras caribeñas.

Esa historia cambio cuando Kenny Michell se encontró un balón picando y sacó un remate impresionante que se coló al ángulo superior derecho del portero norteño que no pudo hacer nada.

“Hay que celebrarlo, se vale por el gol”, dijo eufórico el creador de semejante obra de arte.

Aplausos para Michell.