Felipe Arrieta S.
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Un hombre de familia que vive enamorado de su esposa Paola y sus hijos Bruno y Megan y que agradece a cada instante el cariño del pueblo tico, así es José Carlos el “Pepe” Cancela, el arquitecto de las ilusiones de la afición herediana.

¿Que recuerda de Santa Lucía en Uruguay?

Es el lugar donde terminé de criarme, pasaba todo el día en la cancha con mis amigos jugando fútbol, vivía muy cerca de un río, entonces los recuerdos que tengo son del barrio, la cancha de fútbol y el río Santa Lucía.

¿Qué es lo que más extraña de su país?

Obviamente la familia es lo que más se extraña, por ahí la comida, mi mamá es la que más extraño porque quedó sola allá.

¿Y de Costa Rica qué es lo que más le gusta?

Más allá de lo atractivo que es el país, de lo que hablo siempre es de la gente, la forma de ser y como han tratado a mi familia.

¿Tiene un lugar preferido en nuestro país?

Liberia es un lugar que me gustó mucho porque cuando llegué ahí siempre me trataron muy bien y me topé con lugares muy lindos, también me gusta mucho Conchal y Manuel Antonio, siempre que puedo me doy una “escapadita” con mi familia.

¿Piensa quedarse en Costa Rica al retirarse?

Soy de la idea de quedarme acá porque la gente me trata muy bien y quiero seguir ligado al fútbol, sería un buen lugar para quedarme aquí ayudando.

¿Si no fuera jugador, a qué se dedicaría?

Esa pregunta me la sigo haciendo y no encuentro respuesta, iba a ser futbolista antes de nacer, pienso que las cosas siempre están marcadas, no me hubiera visto haciendo otra cosa que no sea jugar fútbol.

¿Qué significa la familia para usted?

Todo, porque es con lo que uno cuenta siempre, mi esposa ha sido un soporte importante para mí, y ya después a la hora que nacieron mis hijos han sido lo mejor que me ha pasado y estoy muy orgulloso de ellos.

¿Es un papá “regañón” o “chineador”?

(Se ríe) para eso esta mi señora, yo soy de los que chinea, mi esposa es la que les pone un poco más orden.

¿Práctica otro deporte?

Cuando tengo tiempo me gusta jugar golf, es algo que me gusta, ahí me encuentro a Harold Wallace, no crea que soy muy bueno pero tampoco tan malo.