Hugo Solano
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A Franklin Chang Díaz lo encontramos ayer en Guácimo al concluir la graduación de 79 estudiantes de la Earth.
Junto a su esposa, su madre y un grupo de amigos, dijo que obtener la mejor calificación en la encuesta de Demoscopía sobre personas populares, publicada ayer en Al Día, es un halago porque siente lo mismo por Costa Rica.
¿Qué le pareció la encuesta?
Me siento extremadamente sorprendido y halagado al sentir que en mi casa me quieren tanto. Cuando estoy aquí es como cuando uno llega a la casa, tira los zapatos y anda descalzo. Disfruto mucho del cariño de mi gente.
¿Irá al Festival de la luz?
Hubiera querido hacerlo, pero tengo compromisos familiares y llevo tres meses viajando sin parar. Me duele no poder ir, lo tendré en el alma y lo disfrutaré por televisión donde sea que me encuentre. A veces hay que saber frenar para compartir con la familia.
¿Qué meta tiene para el 2011?
Cerramos este año con resultados excelentes en el rendimiento del motor de plasma y la meta es lograr el hito del diseño preliminar la plataforma “Aurora”. Es decir, hacer en Costa Rica el motor que la NASA enviará al espacio.
En 1997 usted dijo que estábamos en el umbral de vivir en el espacio, ¿lo mantiene?
Sí. En la escala cósmica una década es un segundo y el ser humano está destinado a vivir en el espacio. No veo la forma en que la humanidad pueda sobrevivir cuando la población sea de diez mil millones. Surgirán válvulas de escape antes de que los daños causados al planeta sean irreversibles. A mi juicio, la Tierra será como un patrimonio y el ser humano vendrá de otros planetas, como se viaja hoy entre países.
Esta semana científicos anunciaron más posibilidades de vida fuera de la Tierra, ¿qué piensa de ello?
El universo no deja de admirarnos, al descubrir una bacteria que puede vivir de arsénico en lugar de fósforo, se abre toda una gama de posibilidades sobre la vida fuera de la Tierra. Dios creó una gran diversidad para que diferentes civilizaciones puedan florecer. En esto es mayor la norma que la excepción y como seres humanos creo que no ocupamos un lugar especial, no somos los mejores, ni los más atrasados.
Ha realizado siete caminatas espaciales, ¿habrá más?
Nunca he cerrado la puerta, pero el tiempo corre inexorablemente. Me siento realizado y satisfecho de lo logrado. Mucho se debe a la suerte, a haber estado en el lugar y en el momento oportuno. No puedo pedirle más a “Tatica” Dios, estoy contento con lo que tengo, pero si hay oportunidad de otra misión espacial y mis condiciones lo permiten, obviamente no podría ir contra mi manera de ser.
¿Sueña con eso?
Mi sueño es que la carrera espacial sea abierta a todos los jóvenes de Costa Rica, que puedan tomar la antorcha y agradezco el apoyo de que empresas costarricenses inviertan en la compañía Ad Astra Rocket. Es halagador porque el sueño ya no es solo mío y me llena de orgullo.
En el 2002 hizo su caminata espacial por primera vez, ¿qué es lo que más recuerda?
Recuerdo que mientras arreglaba un brazo mecánico de la Estación Espacial al fondo se veía la Tierra, los continentes y el mar pasando muy rápido. Yo estaba con un motor en las manos, el cual no podía soltar. Siempre había querido ver mi país y las nubes lo impedían. Esa vez lo vi despejado y aunque tenía la cámara cerca, para fotografiarlo tenía que soltar el motor, entonces me conformé con ver pasar sus volcanes, sus ríos y con mi pensamiento le dije adiós.
¿Cuánto duró eso?
Pasó ante mí en 15 segundos
¿Por qué?
Porque la velocidad en la órbita es de 7,5 kilómetros por segundo, es como viajar de Escazú a San José en un segundo.
¿Cuántos vuelos espaciales ha realizado?
Siete. En junio del 2002 a bordo del Endeavour fue el último.
¿Cómo van sus libros?
En mi primer libro narro mi vida desde el nacimiento hasta la llegada a Estados Unidos. Este 2011 sale el segundo, hablaré sobre las dificultades y luchas que afronté al salir de Costa Rica hacia EE.UU, de 1968 a 1980, cuando me llamaron de la NASA para ser astronauta.
¿Ha pensado en otros?
Sí. Creo que escribiré un tercero de mis 25 años en la NASA y en otro la época de Ad Astra. Una escritora de Estados Unidos me propuso usar mi persona para hacer uno sobre ciencia ficción que relata un viaje tripulado a Marte y lo estoy analizando.
De no ser astronauta, ¿en quÉ se vería?
Solo astronauta. Siempre lo quise hacer.
¿A quién admira?
A mi padre, Ramón que ya murió. Sigue siendo mi héroe. Siempre me decía que nunca echara atrás ante los problemas. Decía que les hiciera frente. Cuando tengo dificultades pienso qué haría mi papá y eso me ayuda a resolverlos. Mi madre también es mi gran consejera, es muy comprensiva.
¿Sus pasatiempos?
El buceo. Hace poco estuve en la Isla del Coco e hice 11 buceadas a 130 pies. También me encanta pilotear aviones cuando algunos amigos me lo permiten.
¿Cómo ve el conflicto por la invasión de Nicaragua?
Es muy delicado. Doña Laura lo ha guiado bien. Merece cuidado.
Perfil
Una película: “2001, Odisea del espacio”, la vi como 20 veces. De las últimas “Avatar”. Me recuerda el dilema de cómo vamos a actuar cuando encontremos otras formas de vida.
Hijos: tengo 4 y ahora una nieta que se llama Cleo. Ser abuelo es extraordinario
Su idea de Dios: creo en Dios como un ser supremo. No practico una religión, pero respeto la ética y valores que ellas fomentan.
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