Hugo Solano
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La Unión - David Vargas Salazar, de 30 años, quien viajaba como acompañante en un Mazda, murió la noche de este miércoles 300 metros al sur de Pasoca en la carretera Florencio del Castillo.

El carro era conducido por un hombre de apellido Gudiño, de 23 años y vecino de San Sebastián, quien perdió el control, se salió de la pista y pegó contra un poste.

El oficial de Tránsito que atendió el caso, Manuel Camacho, reveló que la alcoholemia marcó 1,06 gramos de licor por litro de sangre, cuando el máximo permitido es 0,75.

Cruzrojistas de Tres Ríos y de Curridabat llegaron al sitio pero no había nada que hacer por Vargas. Tanto el chofer como el otro pasajero, que viajaba en el asiento del acompañante, de apellido Segura, fueron trasladados al hospital Calderón Guardia. Segura fue operado de emergencia.

Nancy Calderón, de 23 años, otra pasajera vecina de Oreamuno, resultó solo con golpes leves.

El exceso de velocidad y el consumo de licor fueron detonantes para esta muerte en carretera.

El carro, que tenía Riteve y el marchamo al día, quedó destrozado y el cinturón de seguridad que llevaban los que viajaban adelante fue lo que les salvó la vida.

El accidente fue a las 7:30 p.m. en una recta iluminada y con una pequeña pendiente.

Según el informe del OIJ, Gudiño y Vargas laboraban en una fábrica de químicos ubicada en San Diego, mientras que Segura trabajaba en El Alto de Ochomogo, en una fábrica de cloro.

Ayer Gudiño estaba de vacaciones y había recogido a una amiga en Cartago, luego pasaron por Segura a Ochomogo y finalmente por el hoy occiso a San Diego, para dirigirse finalmente a San José.

El conductor permanece bajo custodia en el hospital Calderón Guardia, mientras que el cuerpo del fallecido fue trasladado a la medicatura forense.

Diciembre cerró con once personas fallecidas en carretera por accidentes de Tránsito, según informes de la Cruz Roja.