Atenas / DPA y redacción. Se hicieron un lugar en el Olimpo del fútbol al ganar de forma sorprendente la Eurocopa del 2004 (eso sí, con un fútbol espantoso).

Pero desde entonces no se supo más nada de ellos: la más exitosa generación de jugadores griegos y su técnico, Otto Rehhagel, tendrán su última oportunidad de brillar en Sudáfrica 2010.

El éxito en el torneo de Portugal, seis años atrás, encendió la locura en una hinchada apasionada como pocas en el espectro europeo, pero ese subidón final-mente quedó en nada, con sucesivas frustraciones en Alemania 2006, Mundial para el que el equipo no se clasificó, y en la Eurocopa 2008, donde fue eliminada en primera ronda tras una triste prestación del plantel.

Rehhagel, el general alemán que había obrado el milagro en Lisboa, estuvo bajo el fuego de la prensa y los aficionados, pero el triunfo en Ucrania por la repesca descomprimió un poco la situación y ya hay algunos que suscriben la sensación de que Grecia puede decir algo en la Copa del Mundo.

“Este es un momento muy importante para el fútbol griego. Es simplemente fantástico”, dijo Angelos Charisteas, el héroe de la final ante Portugal en 2004. Hasta el momento, el país sólo estuvo presente en Estados Unidos 94 y con un paso olvidable: diez goles en contra y ninguno a favor.

El delantero, que jugará el Mundial con 30 años, es uno de los representantes de la generación que quiere despedirse del espectro internacional con una actuación acorde a lo conseguido a nivel europeo.

Los volantes Giorgios Karagounis y Kostas Katsouranis tendrán 33 y 31 años. El defensor Sotirios Kyrgiakos sumará casi 31, mientras que Angelos Basinas, cuya presencia en Sudáfrica está en el aire, llegará a los 34. La insistencia en poner jugadores veteranos es una de las críticas más escuchadas por Rehhagel.