México/AFP. - Una fiesta de estudiantes se convirtió en la madrugada del domingo en una tragedia, cuando un comando mató a 13 personas, 11 de ellas menores en Ciudad Juárez, frontera norte de México, donde los jóvenes son blanco de carteles de la droga.

Un comando armado de unos 18 hombres llegó a una casa en la que se celebraba la fiesta, y abrió fuego contra los estudiantes, convirtiéndose en el tercer homicidio múltiple de jóvenes en los últimos meses.

El ataque, perpetrado al suroeste de Ciudad Juárez, la más violenta de México, dejó “13 muertos y 17 lesionados”, dijo un agente de la secretaría de seguridad pública municipal.

Los policías encontraron diez muertos en el lugar de la masacre, y otros tres perecieron al ingresar al hospital. Los padres de los menores asesinados se apostaron ayer frente a las instalaciones de la Procuraduría General de la República para exigir justicia.