Ronny Soto, corresponsal GN
Gabriela Gätjens, colaboradora
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Puntarenas.- La imagen de ayer de la playa de Puntarenas, trae al presente los recuerdos de cuando el Puerto era el destino preferido de las familias costarricenses para ir a pasear.

¡No cabía un alma! En la arena, en las zonas verdes, en el agua... Puntarenas estaba a reventar.

El sol, el hecho de que fuera domingo, y sobre todo, la nueva carretera a Caldera, contribuyeron al llenazo en la playa.

El trayecto entre el muelle y barrio El Carmen que mide aproximadamente un kilómetro, estaba repleto de gente, sombrillas, paños, bolas, refrescos.

Una hora en carro y menos de 90 minutos en bus, es lo que se tarda desde San José hasta Puntarenas por la nueva ruta.

José Gerardo Serrano, de 55 años, fue uno de los visitantes que se tumbó bajo el sol.

“Vine con mi esposa, hijos, nueras y mi nieto. Llegamos a primera hora y conocimos la nueva carretera para gastar los últimos días de vacaciones”, comentó.

También Eliza Noguera, desde Sarchí, viajó en familia. “Estaba llenísimo”, añadió.

La seguridad no faltó en la playa; se observó una lancha de guardacostas, otra de la Cruz Roja y varios salvavidas.

Ayer Puntarenas, fue la perla del Pacífico, pero remozada.