Angie López Arias, colaboradora
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Si piensa aprovechar el último fin de semana de vacaciones con sus hijos para ir a piscinas, playas o ríos, no los descuide ni un solo instante.

Esa es la principal recomendación que lanzan las autoridades del Hospital Nacional de Niños, pues es en febrero cuando más atienden menores víctimas de accidentes acuáticos.

En lo que va del año, sólo se ha registrado el caso de un menor que cayó en una piscina la semana pasada, pero salió del hospital este sábado. Sin embargo, los médicos hacen un llamado para que esa cifra no aumente.

“Estos accidentes son 100 por ciento previsibles, no deberían ocurrir, pero son el resultado de un descuido de los padres o de los encargados”, dijo el director del hospital, Rodolfo Hernández.

Según indicó, en la última década 93 pequeños ingresaron al hospital debido a esa causa. De ellos, 25 fallecieron.

En ese lapso, los meses de mayor atención, además de febrero cuando se presenta el fin de las vacaciones, fueron marzo y abril que coincide con Semana Santa.

El mayor riesgo se presenta en menores de seis años.

Un niño que sobreviva a un incidente de este tipo, puede sufrir lesiones neurológicas a causa de la falta de oxígeno que implicó la sumersión.

Es vital la supervisión de adultos, respetar las advertencias de los lugares y enseñar a los niños a nadar, entre otras recomendaciones emitidas por los expertos.